Capítulo II
Tyr-Tiuz
El Dios conocido
por Tyr entre los escandinavos, Tiwar o Tiuz entre los germanos del norte, Ziu
para los germanos del Sur y Tiw entre los sajones, es uno de los más antiguos
de la mitología de los germanos. Sus atributos fueron menguando con el paso del
tiempo. En las lenguas germánicas, el martes este está consagrado a Tiuz. El
Dios más supremo antiguo es designado como Dyauh, en griego Zeus, en latin
Júpiter (Dyus Piter). Algunos filólogos han postulado una relación entre Tiuz y
los anteriores, siendo un cognado. A partir de esta relación deducirían las
característisca de Tiuz por comparación con las de los Dioses supremos
celestes. Este camino, aunque tentador, genera una serie de anacronismos que
más que ayudar al esclarecimiento del Dios, lo desvirtúan, al contradecir lo
que se conoce a través de fuentes propias de los germanos. Así, en los relatos
conservados de Tyr, no es ni Júpiter ni Marte, pero si se intuye que en el
pasado gozó de mayores atribuciones y de un culto más amplio. Thor le arrebató
el protagonismo como Dios de la guerra. En el Gylfaginning, capítulo XIII, el
sueno de Gylfi, se describe a Tyr como a un Dios de gran valentía: “Hay además
un Ase que se llama Tyr. Es muy intrépido y animoso, y tiene gran poder sobre
las victorias en las batallas. Por eso es bueno que le invoquen los hombres
valientes”.
Cuando los Ases
decidieron encadenar al lobo Fenrir, solo Tyr tuvo el coraje de ofrecer su
brazo al lobo Fenrir en prenda. Tyr aceptó su mutilación en salvaguarda de la
palabra dada a Fenrir. Por esto Tyr era el Dios jurista, el que daba validez a
los contratos, cuya palabra no se puede cuestionar, pues acepta un sacrificio
doloroso para no desdecirse. Jan de Vries, explicaba que no había contradicción
entre ser un Dios de la guerra y de los contratos (derecho). La guerra
implicaba entre los germanos unas reglas precisas entre los combatientes,
estableciéndose a menudo, el día, lugar y hora del combate, como sucedió entre
Mario y Boiorix. En lugar de una batalla campal, que podía suponer una gran
mortalidad de guerreros, se optaba por un duelo judicial entre los campeones de
los dos bandos enfrentados.
Todas las
cuestiones importantes entre los germanos se trataban en la Thing, al cual acudían los hombres
libres con las armas, tanto si fuesen a ser debatidas cuestiones de guerra como
cotidianas. En los orígenes de Roma, nos encontramos a un manco Muncio Escévola
y a un tuerto Horacio Clocles, que salvaron a Roma cuando fue atacada por los
etruscos. En época histórica, el culto a Tyr estaba en decadencia entre los
escandinavos, a excepción de Jutlandia, donde la toponimia conserva muchos
nombres derivados de Tyr.
Tyr y Odín desde
un punto de vista estructural se los compara con la pareja formada por Mitra y
Varuna en el ámbito indoiranio. Cerca del muro Adrinano se ha encontrado una
inscripción dedicada a Marte Thing, que se interpreta como dedicada al Dios del
Thing, que los germanos asemejaron al Marte romano. En el ámbito celta irlandés
podemos encontrar un análogo a Tyr en Nuadu el de la mano de Plata.
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