martes, 25 de febrero de 2020

Heim∂allrr Padre de Nuestros Ancestros


Uno de los nombres de Heim∂all es Rig, en el Völuspá se dice que Heim∂allr es el padre de las razas humanas: “Pido de un oyente de todas las santas razas mayores y menores, parientes de Heim∂allr”.
El Rigsthula nos cuenta como Rig inició un viaje por la costa, caminando llegó hasta una alquería, donde se presentó a los moradores como Rig. La pareja de ancianos los acogió en su humilde casa. Se llamaban Ai (bisabuelo) y Edda (bisabuela). Rig se sentó con ellos y les dio buenos consejos. Después de cenar fueron a dormir, Rig durmió el mismo lecho, entre Ai y Edda. Permaneció con Ai y Edda tres noches completas. Al cabo de nueve meses, Edda dio a luz un niño. Era de piel negra y le llamaron Thrael. Al crecer su aspecto fue rudo y encorvado. Thrael se casó con una muchacha de brazos tostados y nariz ganchuda llamada Thir, de la cual nació la estirpe de los siervos.

Rig continuó su camino hasta llegar a una casa con la puerta entornada, donde vivían Afi (abuelo) y Amma (abuela). Después de darles Rig buenos consejos, cenaron y se acostaron, compartiendo el lecho, Rig entre Afi y Amma. Rig permaneció tres noches enteras, continuando después su viaje. Amma dio a luz a un niño al que pusieron el nombre de Karl, era pelirrojo, de piel sonrosada y con ojos vivos. Karl se caso con Snör (blanca) y de ella surgió la estirpe de los hombres libres.
En su caminar Rig llegó hasta la hacienda de Fadir (padre) y Mödir (madre). Fadir estaba haciendo cuerdas y flechas para su arco. Rig se sentó entre ellos, en el centro del banco y les dio buenos consejos. Mödir sirvió una suculenta cena, en la mesa colocó paños bordados y bandejas de plata. Rig se quedó tres noches con ellos. Mödir parió a un muchacho al que llamaron Jarl (conde), era rubio, de mejillas brillantes y sus ojos agudos como los de una serpiente. Rig al cabo de años regreso y le enseño a Karl el arte de las runas (conocimiento propio de un sacerdote) y le dio su nombre Rig. Jarl se casó con Erna. Tuvieron muchos hijos, que fueron hombres de importancia, de los cuales nació la estirpe de los guerreros. El menor fue Kon, que conocía las runas eternas, las runas de la vida. Kon tenía la fuerza de ocho hombres, conocía el lenguaje de los pájaros (como Sigfrido después de beber la sangre del dragón Fafner), calmaba los mares y protegía a los hombres. En el Rig Veda, escrito mil años antes de la era común, Indra es descrito como un poderoso Dios de cabellera y barba pelirroja. Algunos estudiosos, se fijan en los nombres dados a las parejas humanas, bisabuelos, abuelos y padres, interpretándolo como una evolución, como si el Dios Rigr fuese mejorando la raza humana y cada estirpe constituyese un paso en esa evolución. Rigr da su nombre y por tanto reconoce plenamente la paternidad de Jarl. Su hijo Kon hereda los dones propios de un semidiós o cuando menos de un héroe, por sus gestas y conquistas. La palabra noruega para rey es Konungr, derivando de Kon. En las mitologías IE tenemos una estirpe que está por encima de los reyes, son los héroes, los cuales son hijos de un Dios y de un humano. Algunos ejemplos:


Celtas
Germanos
Griegos
Indoarios
Cuchulain
Siggi
Hércules
Arjuna
Rey del Ulster, hijo de Lug y Dectera, hermana del rey del Ulster
Rey de Frankland, hijo de Odín.
Hijo de Zeus y de la reina Alcmena
Hijo de la reina Kunti y de Indra

En el Mahabharata la familia de Arjuna al recibir a su esposa Subhadra (hermana de Krihsna, avatar de Visnú), le desean que sea madre de un Héroe, es decir, que un Dios la fecunde para dar a luz un vástago divino que de mayor gloria a la casa de los Pandavas. Esta tradición IE es un argumento esgrimido por los rabinos para decir que la historia narrada en los evangelios sobre el nacimiento virginal de Jeshúa es un mito IE, sin correlato en el Antiguo Testamento ni en las obras sapienciales judías. Por tanto una fábula de escritores griegos o de cultura griega.

El dibujo que ilustra este artículo es obra de By W.G. Collingwood (1854 - 1932)


martes, 11 de febrero de 2020

Essus, El Dios Celta del Autoconocimiento


Essus es uno de los Dioses más importantes y enigmáticos del panteón galo. Se sabe que era muy venerado en la Bretaña Armoricana, en el norte de España y en la costa francesa del Golfo de Vizcaya. Su esposa era Artis, la Diosa que representa la energía y el poder del Oso. Su energía se canaliza a través de tótems con la forma de grulla y de toro, ambos con un significado muy rico. En la heráldica europea la grulla ha significado el buen gobierno de un líder que posee constancia, vigilancia y prudencia. El toro representa la fuerza, el coraje y el valor, virtudes que complementan perfectamente a las anteriores. Essus guía a los fieles en el autoconocimiento, el dominio de la energía sexual y la conexión con los otros Mundos. Algunos mitólogos lo han relacionado con Odín, por su constante búsqueda del saber y su conocimiento profundo de las cosas. Lucano nos dice que los galos ofrecían sacrificios humanos a tres Dioses: Essus, Taranis y Teutates. Las víctimas ofrecidas a Essus eran colgadas de un árbol, las de Taranis quemadas en cestas de mimbre, y las de Teutates, ahogadas[1]

Essus es representado como un hombre joven, asociado a la serpiente cornuda y a la cornamenta del ciervo. Las semejanzas con Cérnunnos son obvias, por lo que algunos mitólogos han considerado que pueden representar la misma divinidad. Otra posibilidad es que sean hipóstasis de un mismo Dios. Como hemos visto, entre los celtas las divinidades trinitarias son muy comunes. La hipóstasis de Essus representa la energía de la juventud, del comienzo de los tiempos, de la vida activa y creativa. Cernunnos representa el aspecto ctónico, como Dios pasivo del Mundo Subterráneo, regente de la rueda de la vida que conserva los ciclos vitales con sus periodos de fertilidad y esterilidad. La tercera hipóstasis es Belenus, atestiguada por un epígrafe encontrado en Colchester “Esu-bilini”, en genitivo que se ha interpretado como Essus-Belenus, traducido como El Señor Béleno[2], el antiguo Dios Solar de los celtas. La Luz también tiene un componente de oscuridad; la luz cuando es muy intensa nos deslumbra, impidiéndonos ver. Un exceso de conocimiento también es cegador, nos dificulta escoger que argumento es el verdadero. Belenus nos guía en el autoconocimiento, encontrar en nosotros mismos la verdad, dejando a un lado el conocimiento oficial que nos deslumbra, pero que al mismo tiempo nos impide encontrar nuestro camino de autorealización. Cada ser humano es en sí mismo un Universo con sus leyes particulares; Essus-Belenus, al deslumbrarnos, nos invita a que cerremos los ojos, conozcamos las leyes que guían nuestra psique y desde su conocimiento comprendamos cual es nuestro lugar en el Cosmos y la causa de nuestra existencia.

La búsqueda del autoconocimiento, de las leyes que rigen el Cosmos y la autorealización corresponden en la mitología nórdica a Wotan, siendo claras las similitudes con Essus. En el famoso caldero Gundestrup tenemos una de las más famosas representaciones de Essus-Cernunnos; en el centro vemos a Cernunnos sujetando un torque en la mano derecha y en la izquierda una serpiente cornuda, por debajo de la cabeza. A la derecha de Cernunnos hay un majestuoso ciervo y un toro, a la izquierda un león y un perro. La composición muestra una simbiosis entre todos los seres, con el foco en Essus-Cernunnos. Una energía impregna la escena, Cernunnos irradia la armonía entre seres que en la naturaleza son enemigos, nos permite comprender que entre las presas y los depredadores subsiste un ecosistema sinérgico y holístico. En la imagen de bronce de Bouray (Francia) aparece Essus en un estadio de cambio, no tiene aun la cornamenta, pero tiene las pezuñas de ciervo, en una posición de Buda.

En los rituales actuales Essus es invocado para incrementar la fertilidad, la prosperidad, contactar con los fallecidos, progresar en el autoconocimiento, etc. A diferencia de las religiones reveladas, la fe de nuestros ancestros solo se muestra a los que buscan de forma incansable; Essus en sus múltiples manifestaciones nos acompañará en las tinieblas y los relámpagos de nuestro peregrinar en Midgard.





[1]  Joaquín Caridad Arias, Cultos y Divinidades…, opus. cit., pág. 190.
[2] J. Caridad Arias, Toponimia y Mito, Ed. Oikos-Textos, Barcelona, 1995, pág. 179.

sábado, 18 de enero de 2020

Los Cimbrios y los Celtas Hispanos según Valerio Máximo

El escritor romano Valerio Máximo en su célebre obra Hechos y Dichos Memorables, II, 6, 11, nos dice que los guerreros cimbrios (originarios de Jutlandia) y los celtas hispanos vivían por y para la lucha:

“saltaban de alegría al partir al combate, pensando abandonar este mundo de una forma feliz y honorable. En cambio, en las enfermedades se lamentaban de verse amenazados por un final miserable y vergonzoso”.
Este espíritu está presente entre los vikingos, para los cuales la muerte por enfermedad, la temible muerte de paja, era el peor de los destinos, prefiriendo quitarse ellos mismo la vida a morir en el lecho.
Añade Valerio Máximo que los cimbrios y los celtas hispanos tenían las mismas canciones de gesta, himnos y danzas de guerra. Es posible que esta semejanza se deba a que los cimbrios, aunque era un pueblo germánico en su origen, por su contacto con los celtas había adquirido parte de su cultura, prueba de ellos son los nombres celtas de sus principales líderes: Boiorix, Lugius, Claodicus y Caesorix.
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Valerio Máximo, Facts and Memorable Sayings, II, 6, 11, tells us that the Cimbrian warriors (originally from Jutland) and the Hispanic Celts lived by and for combat:

“They jumped for joy when leaving for battle, thinking of leaving this world in a happy and honorable way. On the other hand, in the diseases they lamented to be threatened by a miserable and shameful end ”.
This spirit is present among the Vikings, for whom death by disease, the fearsome death of straw, was the worst destination, preferring to take their own lives to die in bed.
Valerio Máximo adds that the Cimbrians and the Celtic Hispanics had the same deeds, anthems and war dances. It is possible that this resemblance is due to the fact that the Cimbrians, although it was a Germanic people in its origin, by their contact with the Celts had acquired part of their culture, proof of them are the Celtic names of their main leaders: Boiorix, Lugius, Claodicus and Caesorix.


domingo, 12 de enero de 2020

La Anábasis de Ciro, La Epopeya de los Diez Mil


La Anábasis de Ciro, La Epopeya de los Diez Mil 

Entre las virtudes que vertebran la ética ásatrú destacan el valor, la lealtad y el cumplimiento de la palabra dada. Los 12.000 guerreros griegos que participaron en la Anábasis de Ciro el Joven, aun siguen siendo un referente para los que seguimos el camino marcado por los Dioses. Vamos a relatar brevemente esta gesta que impresionó a los griegos contemporáneos de Jenofonte y fue la que guió a Alejandro en su conquista del Imperio Aqueménida.
La sucesión de un rey, por poderoso que sea, siempre es problemática. Darío II tenía dos herederos, el mayor Arsicas ─el futuro Artajerjes II─ y Ciro el Joven, un hombre que brillaba con luz propia. Darío II veía en Atenas el gran rival del Imperio, envió a Ciro como sátrapa de Lidia, Frigia y Capadocia, las satrapías más próximas a las polis jonias, aliadas de Atenas. En el año 408 a.e.c. Ciro negoció con el general espartano Lisando una sólida alianza entre el Imperio y Esparta. Atacó a las ciudades jonias que formaban parte de la liga de Delos,  conquistándolas después de derrotar a los atenienses. Darío II al presentir su muerte llamó a Ciro a Susa, deseaba que sus dos hijos trabajasen juntos por la grandeza del Imperio Aqueménida. Arsicas sería coronado como Gran Rey, con el nombre de Artajerjes II y Ciro el Joven conservaría el gobierno de las satrapías más próximas a Grecia. El sátrapa Tisafernes, miembro de una antigua familia con experiencia en derrocar reyes, estaba resentido porque Darío II le había quitado sus satrapías entregándoselas a Ciro, el cual había demostrado ser un gran hombre de estado. Tisafernes acusó a Ciro el Joven de organizar un complot contra su hermano Artajerjes II y este ordenó el encarcelamiento de Ciro. Artajerjes II devolvió a Tisafernes las satrapías de Lidia y Capadocia, pero solo fue temporal, pues la madre del monarca, Parisátide, convenció a Artajerjes II de la falsedad del complot.
Ciro el Joven recuperó el gobierno de las satrapías de Lidia, Capadocia y Frigia. Al llegar a sus territorios Ciro se propuso organizar un poderoso ejército para vengarse de Tisafernes, para ello aprovecha sus contactos con los espartanos y comenzó a reclutar mercenarios griegos, que después de las guerras del Peloponeso estaban sin medio de subsistencia. Llegan hoplitas de todo el Hélade y de la Magna Grecia, a los cuales seduce con una gran campaña que liberará las ciudades jonias de la tiranía de Tisafernes y sus aliados. El gran ejército se congregó en la capital de Lidia, Sardes; lo formaban unos 12.000 hoplitas y 2500 peltastas (infantería ligera griega) y 50.000 soldados persas. Comenzaron su marcha liberando las polis jonias, que recibieron a Ciro como un libertador, solo en Mileto los partidarios de Tisafernes pudieron ofrecer resistencia. Artajerjes II veía este conflicto como una guerra entre sátrapas, por lo que decidió no intervenir. Al llegar a puerto de Issos, Ciro recibió a los últimos griegos, entre los que estaban 700 hoplitas espartanos que alistaban como aliados. Después de atravesar Cilicia y Siria, los griegos empezaron a preocuparse, habían cumplido los objetivos de la expedición, por qué seguir adentrándose en territorio enemigo. La tensión llegó a producir un motín entre los griegos que exigieron a Ciro que les informase de sus verdaderas intenciones. Ciro congregó a los griegos y les explicó su plan para deponer a Artajerjes II y coronarse como gran Rey. Si le apoyaban serían ricamente recompensados, pues los estimaba como el contingente principal de su ejército. Los griegos, a pesar de estar enfadados por el engaño, decidieron seguir adelante por el ansia de Gloria y riquezas. Artajerjes II en este momento ya sabía cuáles eran las intenciones de Ciro, ordenó a Tisafernes replegarse y no plantar batalla hasta que hubiese reunido al gran ejército persa. Los ejércitos de los hermanos se divisaron el 3 de septiembre del 401 a.e.c. en la localidad de Cunaxa, a unos 70 km al norte de Babilonia, en el corazón del Imperio.
Artajerjes II había reunido un ejército de más 120.000 hombres, el doble que el de Ciro, al desplegarse el ejército de Ciro no fue capaz de cubrir el frente de batalla de Artajerjes, lo que facilitaba una acción envolvente por las tropas del Gran Rey. Ciro confiaba en la fiereza de los griegos, en las cerradas falanges hoplíticas capaces de abrirse paso contra infantería, caballería o carros de combate. Los griegos rompieron las líneas persas, ni la caballería ni los carros frenaron su avance. Ante la masacre propiciada por los hoplitas toda el ala izquierda persa cedió, al comienzo lentamente, mas la continua presión de las falanges hicieron perder la fe a los persas, comenzando una cobarde desbandada que propicio una gran matanza. Ciro al comprobar el triunfo de los hoplitas, decidió continuar con su plan ─como intentó después Alejandro Magno─ dio la orden a la élite de su caballería pesada, 600 jinetes” que le escoltasen en una cabalgada hasta las posiciones de su hermano. La caballería pesada de Ciro se abrió paso entre las formaciones de infantería de Artajerjes II, este no huyó enfrentándose a Ciro en un asalto que decidiría el futuro del Imperio. Las crónicas cuentan que Ciro llegó a herir a Artajerjes, pero una traicionera flecha se interpuso en el combate singular, hiriendo de muerte a Ciro. El general Arieo ordenó el repliegue de las tropas de Ciro, que ante la muerte de su líder se veían ya derrotadas. Mientras tanto los griegos habían parado su avance, esperando órdenes de Ciro. Estaban cansados, pero habían realizado gestas propias de los héroes. Al llegar la noche, sin recibir noticias de Ciro, se extendió la preocupación entre los expedicionarios. Los griegos retrocedieron a su campamento, que vieron saqueado. Tisafernes, al mando de la caballería se lanzó contra las falanges hoplíticas, pero estas volvieron a repelerla, causando tantas bajas que Artajerjes II ordenó que no se lanzase ningún ataque frontal contra los griegos. Cercados los griegos por una fuerza diez veces superior, solo les quedaba la opción de negociar una retirada honorable hasta las costas jonias o del Helesponto. Tisafernes aprovechó esta debilidad para concertar una tregua que permitió a los griegos retirarse hasta las orillas de Tigris. Allí, en el campamento de Tisafernes se reunieron los principales jefes griegos con el sátrapa para negociar. Tisafernes traicionó la palabra dada, hizo prisioneros a los generales y como estos no cedieron a sus pretensiones los ejecutó. La noticia de la traición de Tisafernes y la muerte de los líderes causó un gran pesar, el pánico empezó a aflorar en los duros hoplitas. En este momento de zozobra surgió la figura de Jenofonte, discípulo de Sócrates y experimentado oficial durante las guerras del Peloponeso. Jenofonte vio en un sueño a Artemisa que le infundió fe su destino, le exhortó a hablar al ejército transmitiéndoles valor y determinación; si permanecían unidos como hasta ahora lograrían regresar a sus hogares. La oratoria de Jenofonte hizo recobrar a los griegos su gallardía, podrían vivir o morir, pero como dignos hijos de Grecia. Los griegos colocaron lo poco que recuperaron de su campamento en  carros y mulas, en el centro de ejército, pues estaban rodeados por los persas.
Comenzaron a caminar a través de los desiertos de Babilonia y Siria. Los persas para debilitarlos quemaban las poblaciones por las que pasaban, les impedían recoger forraje para las monturas, dificultaban el acceso a las fuentes y les negaban las colinas para fortificarse durante las noches. El hambre empezó a debilitar sus cuerpos que no su espíritu. Al llegar a Armenia, divisaron las cimas nevadas, pasaban de caminar por desiertos con  una vestimenta ligera a enfrentarse a un crudo invierno. Una noche nevó mientras dormían, al levantarse se dieron cuenta que la nieve les había aislado del frío, pero al iniciar la marcha sentían que sus túnicas no les protegían del frío, ni del viento helador. Sus sandalias se había congelado pegándose a los pies, si se quitaban las sandalias se arrancaban la piel. En estas condiciones, sin apenas comida, perseguidos por un ejército muy numeroso, pero que en su cobardía no les plantaba una batalla frontal, continuaron su marcha con la esperanza puesta en las polis del mar Negro. Al subir la última montaña y divisar el mar la emoción se propagó por todo el ejército, parecía que habían superado lo peor y ahora compatriotas griegos les ayudarían. En la primera ciudad que pidieron ayuda vieron como se la negaban. Artajerjes II había enviado emisarios amenazando a las ciudades que los apoyasen. Trapezunte (Trebisonda) llegó amenazar al cuerpo expedicionario si se aproximaba a sus puertas. Ante esta nueva traición, continuaron por la costa norte de Asia menor hasta que llegaron a Bizancio, donde por fin pudieron cruzar el Helesponto y llegar a la ansiada patria. La expedición había durado 15 meses y habían recorrido más de 1.500 km en territorio enemigo. Llegaron a sus hogares más de 6.000 supervivientes, la mayoría de los cuales volvieron alistarse en el ejército que el rey espartano Argesilao organizó para castigar al Imperio Arqueménida. Habían demostrado la superioridad de las tácticas hoplíticas y de la fortaleza física y moral de los griegos. Alejandro Magno, setenta años después conquistaría aquel vasto Imperio.

#virtudes_ásatrú
#Anábasis
#Héroes_ásatrú
#Templo_de_Wotan



domingo, 29 de diciembre de 2019



Comentario al Völuspá

Hoy vamos a reflexionar sobre uno de los versos más intrigantes del Völuspá
9. Jugaban en sus patios, y estaban alegres,
no les faltaba en absoluto el oro
hasta que vinieron tres doncellas gigantes,
todas ellas odiosas, desde el Jötunheim.

La llegada de las tres Nornas supuso el final de la edad de oro de los Dioses. Hasta su llegada gozaban de una vida sin preocupaciones disfrutando de juegos, sin pensar en su destino. Los Dioses crearon una avanzada civilización, presidida por grandes palacios, templos, santuarios, industrias (forjas en las que producían grandes riquezas). Las Nornas son descritas como horribles gigantas procedentes de Jötunheim. Con ellas el destino, esa fuerza incontrolable que condiciona la vida de los Dioses y los humanos, entra en acción. ¿Por qué ahora y no antes? ¿Como fuerza de la naturaleza no debería estar presente desde la formación del Cosmos? Da la impresión de que las Nornas llegaron a Asgard como consecuencia de la actividad de los Dioses. Los Dioses al vencer al Caos primigenio, dando lugar a una civilización, hacen que se manifieste el Destino, el cual viene a ser una variante débil del Casos, al ser parcialmente predecible y controlable. En la naturaleza existe la Entropía, una magnitud que nos mide el desorden de un sistema macroscópico en función del número de microestados compatibles. La Entropía también nos informa de la evolución de los sistemas físicos y su destino final. Tanto los Dioses como los humanos, al actuar sobre la naturaleza aumentamos el orden en una zona determinada, pero a escala cósmica, el desorden medido a través de la entropía aumenta. El segundo principio de la Termodinámica nos dice que la cantidad de entropía del universo se incrementa al pasar el tiempo. Las Eddas nos muestran una visión trágica de la vida de los Dioses y los hombres, la cual es refrendada por la Termodinámica. Wotan encarna esa lucha despiadada contra el Ragnarök, que los físicos nos vaticinan con destinos finales para el Cosmos como el Big Freeze, Big Crunch, Big Bounce, etc. Una vez más los textos mitológicos nos revelan una verdad que la ciencia ha tardado miles de años en constatar. La grandeza de los héroes reside en que se rebelaron contra el Destino, con gestas que aun retumban en nuestros oídos. Los finales felices no son para los ásatruár, no puede haber vida sin muerte, ni felicidad sin desdicha, ni triunfo sin fracaso, ni gloría sin sufrimiento, ni placer sin dolor.


sábado, 9 de noviembre de 2019

Ritual de Consagración de Templo de Wotan


   






     Ik weiha uk Ik audagja þana staþ du allwaldand Wodana. Ik usdreiba þos mahtins allos unselos jah gamainjos. Ei hugos unsarai wisandau hailagos in þana staþ, jah ei wilja unsar boteiþ Wodan, Guþ alþjana fram Knopai unsarai. Swe þata Guþ Heimdall aflagjip þo bruddja Brifrost, wisadau þana staþ bairgada wiþra þos mahtins untewos du muna unsaramma.

    Yo consagro y bendigo este lugar al poderoso Wotan, desterrando todas las influencias impías y desordenadas. Que nuestras mentes sean consagradas en este lugar y que nuestra voluntad sirva a Wotan, antiguo Dios de nuestro pueblo. Así como el Dios Heimdall protege el puente Bifrost, sea este lugar protegido contra las fuerzas desordenadas a nuestro propósito.

Consagración a Wotan




     Ik weiha uh Ik audagja þana staþ du allwaldand Wodana. Ik usdreiba þos mahtins allos unselos gamainjos: Yo consagro y bendigo este lugar al todopoderoso Wotan. Yo destierro todas las influencias impías e impuras.