Essus es uno de los Dioses más importantes y enigmáticos del panteón galo. Se sabe que era muy venerado en la Bretaña Armoricana, en el norte de España y en la costa francesa del Golfo de Vizcaya. Su esposa era Artis, la Diosa que representa la energía y el poder del Oso. Su energía se canaliza a través de tótems con la forma de grulla y del toro, ambos con un significado muy rico. La grulla en la heráldica europea ha significado el buen gobierno, bajo líder que posee constancia, vigilancia y prudencia. El toro representa la fuerza, el coraje y el valor, virtudes que complementan perfectamente con las anteriores. Essus guía a los fieles en el autoconocimiento, el dominio de la energía sexual y la conexión con otros Mundos. Algunos mitólogos lo han relacionado con Odín, por su constante búsqueda del saber y su conocimiento profundo de las cosas.
Lucano nos dice que los galos ofrecían sacrificios humanos a tres Dioses: Essus, Taranis y Teutates. Las víctimas ofrecidas a Essus eran colgadas de un árbol, las de Taranis quemadas en cestas de mimbre, y las de Teutates, ahogadas . Essus es representado como un hombre joven, asociado a la serpiente cornuda y a la cornamenta del ciervo. Las semejanzas con Cérnunnos son obvias, por lo que algunos mitólogos han considerado que pueden representar la misma divinidad. Otra posibilidad es que sean hipóstasis de un mismo Dios. Como hemos visto, entre los celtas las divinidades trinitarias son muy comunes. La hipóstasis de Essus representa la energía de la juventud, del comienzo de los tiempos, de la vida activa y creativa. Cernunnos representa el aspecto ctónico, como Dios pasivo del Mundo Subterráneo, regente de la rueda de la vida que conserva los ciclos vitales con sus periodos de fertilidad y esterilidad. La tercera hipóstasis es Belenus, atestiguada por un epígrafe encontrado en Colchester “Esu-bilini”, en genitivo que se ha interpretado como Essus-Belenus, traducido como El Señor Béleno , el antiguo Dios Solar de los celtas. La Luz también tiene un componente de oscuridad, la luz cuando es muy intensa nos deslumbra, impidiéndonos ver. Un exceso de conocimiento también es cegador, nos dificulta escoger que argumento es el verdadero. Esta manifestación de Essus nos guía en el autoconocimiento, encontrar en nosotros mismos la verdad, dejando a un lado el conocimiento oficial que nos deslumbra, pero que al mismo tiempo nos impide encontrar nuestro camino de autorealización. Cada ser humano es en sí mismo un Universo con sus leyes particulares; Essus-Belenus, al deslumbrarnos, nos invita a que cerremos los ojos, conozcamos las leyes que guían nuestra psique y desde su conocimiento comprendamos cual es nuestro lugar en el Cosmos y la causa de nuestra existencia.
La búsqueda del autoconocimiento, de las leyes que rigen el Cosmos y la autorealización corresponden en la mitología nórdica a Wotan, por este motivo se han encontrado similitudes entre Essus y Wotan. En el famoso caldero Gundestrup tenemos una de las más famosas representaciones de Essus-Cernunnos; en el centro vemos a Cernunnos sujetando un torque en la mano derecha y en la izquierda una serpiente cornuda, por debajo de la cabeza. A la derecha de Cernunnos hay un majestuoso ciervo y un toro, a la izquierda un león y un perro. La composición muestra una simbiosis entre todos los seres, con el foco en Essus-Cernunnos. Una energía impregna la escena, Cernunnos irradia la armonía entre seres que en la naturaleza son enemigos, nos permite ver que entre las presas y los depredadores hay detrás un ecosistema sinérgico y holístico. En la imagen de bronce de Bouray, Francia aparece Essus en un estadio de cambio, no tiene aun la cornamenta, pero tiene las pezuñas de ciervo, en una posición de Buda.
En los rituales actuales Essus es invocado para incrementar la fertilidad, la prosperidad, contactar con los fallecidos, progresar en el autoconocimiento, etc. A diferencia de las religiones reveladas, la fe de nuestros ancestros solo se muestra a los que buscan de forma incansable; Essus en sus múltiples manifestaciones nos acompañará entre las tinieblas y relámpagos en el peregrinar de nuestra vida humana.
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