La mitología es una fuente inagotable de sabiduría, en cada época los
humanos destacamos a unos Dioses sobre los demás. En función de nuestras
necesidades espirituales y materiales, destacamos y elevamos a unas divinidades
sobre otras, modificamos los panteones y algunos Dioses los llevamos al retiro
(Deus otiosus). Hubo una época en la que el Dios supremo era el Cielo; Tyr tuvo
su momento y en la época vikinga, Odín/Wotan alcanzó su zenit. El Ragnarök nos
dice que una nueva generación de Dioses tomará la rienda después de vencer a
las fuerzas del caos dirigidas por Surt, Loki, Fenri y Hel.
Desde finales del siglo XIX, la física nos muestra cada vez, con más
insistencia que es posible comunicarse con nuevas dimensiones, nuevos mundos.
La teoría de cuerdas, en su diversidad de variantes, abre la posibilidad a la
existencia de Multiversos. En la mitología indoeuropea encontramos que los que
mueren en este universo o realidad, pasan a otra dimensión (otro universo
gobernando por diferente leyes) que recibe diferentes nombres según la
tradición que consultemos: Tártaro, Campos Elíseos, Isla de los Afortunados,
Hel, Valhalla, Fensalir (bajo la protección de Frigg), Bilskirnir (Thor), etc.
La comunicación entre estos universos, posiblemente pertenecientes a multiversos
alejados (de grado III o más), nunca fue sencilla, los mismo Dioses tuvieron
problemas para viajar. Entre los griegos tenemos que Hermes, Dioniso, Hércules,
Teseo y Orfeo lograron completar este viaje, con distintos resultados. En el
mundo germánico, Hermodr consiguió llegar a Hel y regresar a Asgard. Wotan
empleó sus conocimientos chamánicos para viajar entre alejados universos. Otros
llegaron al mundo de los muertos, pero no lograron regresar como Pirítoo
(compañero de Teseo), Eurídice (esposa de Orfeo) o Balder y Nanna.
En la actualidad, científicos del Laboratorio Nacional Oak Ridge
(Tenesse) intentan probar que es posible abrir un portal con un universo
paralelo. La esquiva materia oscura, únicamente conocida (o mejor especulada)
por su débil interacción gravitacional es el centro del experimento que
pretenden realizar estos físicos. Un haz de neutrones se acelera hasta alcanzar
una alta energía, atravesando un potente imán (así se descarta que electrones y
protones contaminen el experimento) antes de chocar con una pared
infranqueable, detrás de la cual hay un detector de neutrones. La física
cuántica predice que los neutrones fuera de los átomos son inestables, con una
vida media de 879,4 segundos, transformándose en un protón, un neutrón y un antineutrino
electrónico. Según se realice el experimento, se obtienen diferentes
resultados, oscilando en más o menos 1,5 segundos. Fornal y Grinstein,
investigadores de la Universidad de California, creen un 1% de los neutrones se
descomponen en materia oscura. Si los investigadores del National Oak detectan
neutrones, entonces debe existir un universo espejo del cual proceden los
neutrones detectados. Los cálculos de estos científicos predicen que un 1% de
los neutrones del experimento podrán salir de nuestro universo, llegar al
universo espejo y regresar de nuevo a nuestra realidad. ¡Emocionante!
Hermodr, nos guía en esta nueva Era que se abre a la posibilidad de
viajar entre universos paralelos, algo prohibido por las religiones
monoteístas. Por este motivo, Hermodr (como Heracles o Dioniso) es un Dios en
alza. Por un lado nos revela como la mitología es una fuente eterna de
sabiduría y por otro lado, que estamos en una constante evolución, de la cual
los héroes, los semidioses y los Dioses son los arquetipos a realizar.
Hail Wotan!, Hail Hermodr!
No hay comentarios:
Publicar un comentario