miércoles, 4 de septiembre de 2019

Hesiodo nos Predijo la Actual Degeneración de la Sociedad


La mitología europea es una fuente inagotable para conocernos a nosotros mismo y poner remedio a la degeneración de la sociedad actual (plutocracia). Pocas lecturas son tan fructíferas para el espíritu y limpias de manipulaciones ideológicas.
Hesiodo en el verso 108 de Trabajos y Días nos dice que el origen de los Dioses y de los hombres es el mismo. Los hombres nacieron de la Tierra, de modo semejante a como los Dioses fueron engendrados por Gea. Al igual que en los Dioses hubo varias generaciones, entre los humanos hasta el momento se han desarrollado cinco razas: la raza de oro, la raza de plata, la raza de bronce, la raza de los héroes y la raza actual, la raza de hierro (Trabajos 109 y siguientes). Vemos, no obstante una diferencia notable entre ambos linajes. El divino se perfecciona mientras el humano se degenera de forma constante e irreversible.
La raza de oro vivió en los tiempos en los que Kronos asumió la jefatura de los dioses y por ende del Cosmos. Los hombres de la raza de oro vivían como los dioses, de los cuales eran hermanos. No necesitaban trabajar, pues la tierra les proveía de todo lo que pudieran necesitar. Sus vidas eran de fiesta y regocijo. No envejecían ni enfermaban y cuando fallecían era en paz, por el cansancio de una larga existencia. Con el final del gobierno de Kronos (el Dios del tiempo) se extinguió esta raza. La siguiente raza creada por los Dioses fue la raza de plata. Su orgullo y presunción les llevaron a no dar culto a los Dioses, el Gran Zeus en su sabiduría los extermino. La raza de bronce estaba formada por hombres violentos y aguerridos, sus luchas intestinas los llevaron a su autodestrucción. La siguiente raza representó un punto de inflexión en la degeneración de la especie humana. La raza de los héroes divinos, aquellos que combatieron en Tebas y Troya. Algunos vencieron a la muerte y fueron recompensados con la inmortalidad en la isla de los Bienaventurados (Trabajos 156-173). La raza actual, es la raza de los hombres de hierro que continúa con la degeneración moral de la humanidad (Trabajos 176 y siguientes). Dice Hesiodo, el elegido por las Musas del Helicón para transmitirnos las palabras del Tronante: “Pues ahora existe una raza de hierro; ni de día, ni de noche cesarán de estar agobiados por la fatiga y la miseria; y los Dioses les darán arduas preocupaciones” (Trabajos y Días, versos 175 a 178). La sociedad actual es descrita con gran precisión por Hesiodo en los versos 180 a 202.
“Zeus destruirá esta raza de hombres mortales, cuando al nacer resulten envejecidos. El padre no será semejante a los hijos, ni los hijos al padre; el huésped no será grato al que da hospitalidad, ni el compañero al compañero, ni el hermano al hermano, como antes”
“Despreciarán a los padres tan pronto lleguen a la vejez; los censurarán hablándoles con duras palabras, faltos de entrañas, desconocedores del temor de los dioses; no podrán dar el alimento debido a los padres que envejecen…”
“Estimarán más al malhechor; la violencia y la justicia estarán en las manos; no habrá respeto; el malvado dañará al hombre bueno increpándole con palabras de franqueza y se valdrá del juramento”. Comportamiento este último común en las multinacionales que contaminan los alimentos, el agua, el aire; de los bancos que explotan a los débiles con usura; de los oligopolios que imponen precios exorbitados por la energía; de los estados que destruyen las culturas autóctonas e imponen el mercantilismo y la moral antinatural, etc.

Con el renacimiento de nuestro espíritu pagano, debe abrirse el tiempo a una nueva raza de héroes. Esta es la finalidad de la espiritualidad ásatrú: llevar al hombre occidental a sus raíces, remontando los siglos de molicie y oscurantismo para renacer en los nuevos héroes que combatirán al lado de los Dioses, como hicieron aqueos y troyanos, como Roldán y el Cid Campeador; liberándonos de la tiranía actual que pretende imponer la globalización destruyendo nuestra identidad cultural y étnica.

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