sábado, 12 de diciembre de 2020

Tras las Huellas de Wotan


Canal Tras las Huellas de Wotan del Templo de Wotan



Capítulo 1:

En este video presentamos el canal abordando la cuestión de la fundamentación del ásatrú y el neopaganismo. Consideramos que el ásatrú, la fidelidad a los Dioses, es una espiritualidad caracterizada por su adogmatismo, pragmatismo y racionalidad, propias del carácter vital europeo. El ásatrú debe aunar mitología, filosofía, tradición y ciencia en una espiritualidad que responda a las preguntas radicales de la vida de la mujer y el hombre europeos. Presentamos el libro: Iniciación a la Espiritualidad Ásatrú y Neopagana: Una Aproximación Multidisciplinar, la cual nos servirá de guía en nuestra investigación. Ásatru, Neopaganismo, heathenism, Templo de Wotan.

https://www.youtube.com/watch?v=nyhV0qiRWH8&t=38s

Capítulo 2:

En este video tratamos un tema apasionante en la espiritualiad ásatrú, la heroicidad. Comenzamos a recrear la leyenda de Sigurdr, analizando su psique con la psicología de Jung. En sucesivos videos continuáremos con la narración. Ásatrú, Neopaganismo, heathenism, Templo de Wotan.

https://www.youtube.com/watch?v=dcy3sgPhIGk&t=48s

Capítulo 3:

Continuamos con la recreación del mito de Sigurdr. Nuestro héroe reúne un ejército y se enfrenta a los hijos de Huting, el asesino de su padre Sigmundr.

 https://www.youtube.com/watch?v=84NTW1TeY0E&t=125s

Capítulo 4: 

En este video tratamos de las distintas orientaciones del ásatrú: tradicionalista, folkish y universalista. Exponemos la orientación Folkish del Templo de Wotan y como la interpretamos nosotros. Consideramos que el folkish procede del concepto Volksgeist que afirma que cada pueblo tiene una idiosincrasia única e irrenunciable redunda en la riqueza cultural de la humanidad.

https://www.youtube.com/watch?v=g2H2N_5Tn6c&t=19s

Capítulo 5:

Continuamos con la recreación del mito de Sigurdr y lo analizamos a la luz de la psicología de Carl Gustav Jung.

https://www.youtube.com/watch?v=yBF7DGTsNAM&t=17s

Capítulo 6:

En este sexto video (aunque en la grabación se dice quinto) se analiza la cuestión del origen de las lenguas indoeuropea, la patria ancestral y el pueblo primigenio (Ursprache, Urheimat y Urvolk). Desde el siglo XVIII la investigación ha ido reconstruyendo el Ursprache y acotando Urheimat a través de los cognados más extendidos entre las lenguas indoeuropeas. Son dos las regiones con mayores visos de ser Urheimat: el norte de Europa y la zona del sur de Rusia y Ucrania. El vocabulario común a permitido conocer parte de la vida del Urvolk y los yacimientos arqueológicos su fenotipo, vestuario, joyería, estratificación social, ritos funerarios, etc. En el séptimo video analizaremos la teoría de los Kurganes de Marija Gimbutas.

https://www.youtube.com/watch?v=8opI7CO8eX8&t=211s

Capítulo 7:

En este video tratamos la posibilidad de la patria ancestral del Urvolk o protoindoeuropeos en el sur de Rusia y Ucrania. Teoría propuesta en la década de 1960 por Marija Gimbutas.

https://www.youtube.com/watch?v=8XL3J2eniBk&t=724s

Capítulo 8:

En este video analizamos dos emplazamientos posibles para Urhemait: en el ártico (Thule o Hiperboría) y en Oriente próximo. Si bien, Thule es posible teniendo presente las pruebas arqueológicas y lingüísticas, el emplazamiento en Oriente próximo entra en contradicción con el vocabulario común de los indoeuropeos y no tiene apoyatura arqueológica.

https://www.youtube.com/watch?v=LBYfuzfKiZg

Capítulo 9:

En este noveno video de la serie Tras la Huellas de Wotan, del Canal del Templo de Wotan, hablaremos de la significación de los mitos en la espiritualidad ancestral europea. Todos tenemos una idea general sobre qué es es un mito, no obstante, es interesante reflexionar sobre que implica que nuestra espiritualidad se fundamente en mitos y no en dogmas

https://www.youtube.com/watch?v=v9fD1D6y0j0&t=19s


domingo, 18 de octubre de 2020

Las características de la Espiritualidad Ásatrú y Neopagana

En este enlace podéis ver el primer video del Canal que estamos creando para difundir la espiritualidad Ásatrú.


 https://www.youtube.com/watch?v=nyhV0qiRWH8

domingo, 27 de septiembre de 2020

Iniciación a la Espiritualidad Ásatrú y Neopagana. Una Aproximación Multidisciplinar.

 

Este libro tiene por objeto presentar un conjunto de temas que fundamenten la espiritualidad Ásatrú. ¿Es racional creer en los Dioses?, ¿Qué relación existe entre nuestra espiritualidad y las ciencias sociales y naturales? ¿Es posible construir una espiritualidad Ásatrú que aúne el saber positivo con la respuesta a las preguntas sobre el origen de nuestro pueblo y su Destino?

Las religiones monoteístas poseen  facultades donde se estudia el fenómeno religioso y su relación con la psique y la sociedad. Como religiones reveladas por un profeta o un mesías no casan bien con la ciencia, siempre abierta a nuevas especulaciones y alejada de cualquier dogmatismo. El ásatrú y el politeísmo europeo son la respuesta del hombre occidental a las preguntas básicas que lo sitúan en el Cosmos. El ásatrú siempre ha sido adogmático, abierto a las reflexiones más abstractas y por tanto, encaminado a materializarse en los sistemas filosóficos y científicos más ambiciosos. La libertad religiosa que disfrutamos hoy en día ─abolida la férrea persecución religiosa impuesta por las religiones abrahámicas─ nos permiten a los politeístas vivir nuestra espiritualidad como respuesta a nuestro ser vital inmerso en el abismo del Cosmos. Este libro se articula en cinco partes, cada una de ellas atiende a una perspectiva que inquieta al hombre y a la mujer europea.

La Primera parte: Una Mirada desde la Filosofía, se divide en dos capítulos. El primero lleva por título: ¿Es posible Construir una Espiritualidad Racional Ásatrú?; analiza desde la teoría del conocimiento los fundamentos que desde Kant se postulan imprescindible para construir un conocimiento científico. El concepto de ciencia es complejo, si con Galileo se reservaba para las ciencias naturales, desde finales del XIX se construyen sólidamente las ciencias sociales. La escuela de Viena, Popper, Lakatus, Kuhn, Quine y Feyerabend han cuestionado la consistencia científica, no solo de las ciencias sociales, sino a la misma física, paradigma del saber riguroso. Nuestra espiritualidad, si pretende ser útil al hombre occidental, no puede renunciar a cuestionarse la racionalidad de sus conclusiones. Es necesario integrar los hallazgos obtenidos por los filósofos de la ciencia para construir un entramado espiritual que se enfoque a dar respuestas veraces, no a entretener ni a desviar al ásatrú de las cuestiones últimas del Ser. Por este motivo, presentamos una serie de premisas que condensar el saber ancestral para concluir aplicando los teoremas de la lógica matemática y obtener unos postulados sobre los que fundamentar el saber ásatrú. Como indicamos, las premisas las introducimos como hipótesis, pudiendo cambiarse por otras mejor asentadas en los textos mitológicos y en la tradición occidental. Lo esencial de nuestro método es la utilización de la lógica matemática para obtener un conjunto de postulados y lemas que condensen nuestra identidad ancestral. El segundo capítulo: Metaespiritualidad Ásatrú-Odinista presenta una metafísica que siguiendo la estela de Ortega y Gasset pretende superar el dilema planteado entre materialistas e Idealistas. La vida es la esencia de nuestro ser, en la vida radican todas las categorías con las que construimos el Mundo y nuestra historia. La cuestión sobre qué es real y verdadero se solventa al reparar en nuestra existencia como entes vitales que perciben el mundo desde una circunstancia única e irrepetible: nuestra vida aquí y ahora. El materialismo y el reduccionismo fisicalistas no tienen sentido al observar que son las ideas, y no la materia, las que revolucionan la ciencia y la sociedad. Las ciencias no pueden reducirse a la física y por tanto, la espiritualidad tiene sustantividad propia. Es posible y necesario construir un saber racional a partir de una metafísica ásatrú fundamentada en la vida y la consciencia de todo cuanto existe. Las leyes evolutivas y del Destino guían a todos los seres, desde los quarks hasta el homo sapiens, en su evolución hacia la divinidad. Los Dioses fueron en otro tiempo seres similares a nosotros, pero su continuo esfuerzo de superación, impulsado por la voluntad de vida, les ha llevado a alcanzar un nivel de desarrollo espiritual que les permite manejar el espacio-tiempo y la energía-materia conforme a su férrea voluntad de imperar en el Cosmos. Nosotros como hijos de Wotan no podemos renunciar a la llamada de nuestro espíritu para escalar en la pirámide evolutiva hasta lo más alto, la divinidad.

La Segunda Parte: ¿Quiénes fueron los Protoindoeuropeos?; se interna en esclarecer el origen ancestral de los pueblos europeos. La filología indoeuropea nos dice el protoindoeuropeo o Ursprache era la lengua que hace unos 7.000 años hablaba el pueblo madre del cual descienden todos los pueblos indoeuropeos. Por ingeniosas hipótesis, a lo largo del siglo XIX y XX, los filólogos fueron estableciendo las características básicas de nuestros ancestros. Se ha podido conocer cómo era: la familia protoindoeuropea, su patria ancestral (Urheimat) su agricultura, ganado, metalurgia, comercio, vivienda, hospitalidad, derecho, poesía… Es emocionante conocer datos, aunque sean generales y aproximados, sobre la vida de nuestros ancestros, aquellos que crearon nuestras lenguas y culturas. El origen es siempre un momento cumbre, sea el Big Bang o el origen de una estirpe, en ese momento el Destino se contrae reduciendo las posibilidades. Los pueblos europeos han dominado nuestro planeta impulsados por su origen común. Griegos, romanos, celtas, germanos, eslavos, bálticos, indoarios; todos ellos han sido pueblos que han imperado, a pesar de ser menos numerosos que los pueblos que sometieron. Esta condición expansiva de las culturas indoeuropeas se la debemos al Urvolk.

La Tercera Parte: La Espiritualidad Indoeuropea; pretende presentar algunos elementos de la riquísima mitología de nuestros ancestros, reflexionando sobre su significado intrínseco como su interrelación con los otros pueblos indoeuropeos (IE). Nos centramos preferentemente en los pueblos germánicos, latinos, griegos y celtas, por ser estos los que nos afectan preferentemente en el ámbito español y de Europa occidental, pero no renunciamos a dar unas pinceladas sobre la espiritualidad hindú, eslava y báltica. Sin caer en un sincretismo que desdibuja la esencia de cada cultura en una época, buscamos en la mitología comparada las ideas que subyacen en los mitos que nos dibujan unas sociedades y unas mentalidades que responde a muchas de las preguntas del hombre actual.  

La Cuarta Parte: Recuperando el Espíritu del Urvolk; nos sumerge en las investigaciones de Émile Benveniste y von Ihering sobre la cultura y el derecho del Urvolk. ¿En qué medida podemos reorientar nuestras vidas teniendo en cuenta el espíritu del Urvolk? La cultura abrahámica es una añadido artificial al ser del europeo, solo seremos nosotros mismos, dueños de nuestro destino, si expurgamos aquello que es foráneo a nuestro condición ancestral europea. El Urvolk desconocía el mercantilismo, la compra-venta era una actividad basada en la confianza mutua, no en la publicidad engañosa. La política nacional y europea puede orientarse en el legado de nuestros ancestros en lugar de la ingeniería social. Los pueblos germánicos tenían una visión del derecho que sin duda puede revitalizar un sistema jurídico que premia al infractor y castiga al ciudadano honrado.

La Quinta Parte: Fundamentos para el Desarrollo de una Teología Ásatrú y Neopagana. En ocho capítulos tratamos cuestiones que nos parecen esenciales para edificar una Teología moderna que integre el saber ancestral con las teorías más novedosas en física de partículas y en biología molecular. La naturaleza de los Dioses fue debatida en la antigüedad por los filósofos, recogiendo sus ideas las proyectamos hacia el futuro. Vivimos en el futuro, el hoy ya es pasado, nuestra vida se proyecta hacia el porvenir. Proponemos varios modelos que reflexionan sobre la naturaleza de los Dioses, que no se excluyen entre sí, más bien interaccionan entre sí creando una realidad divina multiforme. Los Dioses como humanoides que alcanzaron la divinidad por su heroicidad o como fuerzas de la naturaleza que desde el Big Bang evolucionan tanto en su poder como en su consciencia, son algunos de los modelos propuestos. Introducimos las Fuerzas Psíquicas y Arquetípicas para explicar los fenómenos supraindividuales o Colectivos que observamos al intentar comprender como se comporta un hormiguero, un banco de peces, la atmósfera o una galaxia. El capitulo XX se dedica a resumir los conceptos fundamentales de la psicología de junguiana que son aplicados para la meditación arquetípica y el análisis de la psique de los héroes europeos. La evolución de las máquinas nos permite augurar la evolución del hombre hacia metas impensable hace unas décadas. Observamos como la ciencias europea ha creado desde las primitivas máquinas griegas para prever eclipses y fases lunares, pasando por las máquinas de cálculo de los siglos XVII-XIX hasta los poderosos mainframe capaces de calcular el movimiento de las galaxias y la formación de agujeros negros. Los últimos capítulos los dedicamos a analizar los principios de la física cuántica, la teoría de la relatividad y la cosmología y su impacto en la espiritualidad ásatrú y en el futuro de nuestro pueblo que no puede morir en la cuna que lo vio nacer, su destino está en la colonización de las estrellas.

Disponible el libro en Amazon.




sábado, 28 de marzo de 2020

La espiritualidad ásatrú integra la tradición y la ciencia en la consecución del destino de nuestro pueblo


El estudio de la teoría de la relatividad es de gran importancia para los odinistas, porque nos permite conocer la naturaleza del espacio-tiempo, las leyes que lo gobiernan y como nuestro pueblo puede utilizarlas para explorar y colonizar las galaxias. Conceptos como el flujo del tiempo (posibilidad de logar la inmortalidad o el viaje al pasado), la relatividad de las medidas, la simultaneidad de los sucesos, el movimiento y la velocidad de los cuerpos, la imposibilidad de superar la velocidad de la luz en un universo donde las distancias se miden en millones de años luz, nos abren la mente ante una belleza antes no vislumbrada. Nuestra espiritualidad no se contenta con leer mitos, ni en construir códigos de conducta, ni en la celebración de ritos que nos hagan creer que somos más importantes. No, nuestra espiritualidad ansía el conocimiento científico para dominar la naturaleza y canalizarla hacia nuestro progreso material, intelectual y espiritual. No, nos contentamos con ver el amanecer, el transcurso de las estaciones y el movimiento de los astros en las noches despejadas. Queremos palpar las estrellas, viajar entre las nebulosas, acercarnos a los agujeros negros y quién sabe si saltar al hiperespacio. 
Es posible que muchos ásatrú se contenten con estudiar la mitología, las tradiciones, las lenguas ancestrales, la liturgia, quedando anclados en el pasado. Esa actitud es contraria a la voluntad de poder que guía el espíritu de innovación IE. Una espiritualidad de este tipo ─de influencia abrahámica─ no pone en tensión la voluntad de poder, ni se crea nuevos héroes, simplemente adormece nuestro espíritu, olvidándonos quiénes somos y que queremos ser. 
Los vikingos desarrollaron los mejores navíos de su tiempo, crearon espadas de un acero más resistente que él de sus adversarios, desarrollaron técnicas de combate adaptadas a sus recursos, sus berserkers dominaron las técnicas psíquicas, infundiendo pavor en sus enemigos... Si nuestra espiritualidad se desentiende de la ciencia, de la técnica y de la política se convertirá en algo meramente folclórico, estéril, un opio para nuestro pueblo. La espiritualidad ásatrú, la fe en los Dioses ancestrales, debe ser la quintaesencia que una todos los saberes en una ciencia, que nos permita profundizar en la compresión del todo y sus partes, como una realidad tanto objetiva como subjetiva, una y múltiple, racional y vital, con el objetivo de acelerar nuestra evolución hacia la divinidad. El ásatrú que pretendemos desarrollar es en sí mismo un ser vivo e inteligente, un arquetipo que guía a todos los seres hacia su fin. 
Las grandes doctrinas, mientras fueron fieles al espíritu étnico, guiaron a los pueblos hacia la grandeza y la gloria, plasmadas en el arte, la literatura, la ciencia, la política, la filosofía, la economía, etc. En cada época de la historia un pueblo IE tomo la lanza y se abrió paso, como los héroes homéricos, guiando al resto de pueblos IE. Los griegos brillaron cuando Europa estaba sumida en la ignorancia y la mediocridad. Los romanos crearon una civilización fundada en el imperio de la ley, en la ingeniería, el comercio, el poder militar... El renacimiento supuso una vuelta al espíritu IE, las naciones europeas conquistaron el planeta, expandiendo su cultura. Hoy en día, si queremos que los pueblos IE sigan siendo la vanguardia de la humanidad, debemos recuperar la visión holística-cartesiana que emana de la tradición de los pueblos IE.
Amamos nuestros mitos y tradiciones, pero ellos solo manifiestan todo su poder a través de la ciencia. Los mitos nos dicen quienes somos y que queremos ser, la ciencia nos dice como hacerlos realidad.






martes, 25 de febrero de 2020

Hails Wodan!


La noción de sagrado en las lenguas germánicas tiene dos raíces distintas, que en gótico están representadas por weihs y hails. El adjetivo gótico weihs tiene el mismo significado que el griego hágios (santo). En gótico weihiþa significa consagración y weiha sacerdote. La misma raíz está atestiguada en la voz anglosajona wihdag (día consagrado), en la palabra del antiguo alto alemán wih y en antiguo islandés, vē (templo, lugar sagrado). Emile Beneviste nos dice que en gótico la noción de sagrado se define como el objeto (o ser) entregado a los Dioses como su exclusiva posesión.

En alemán el término heilig (santo) guarda una clara relación etimológica con el gótico hails, que significa salvación, salud, integridad física… Gahails significa enfermo, unhaili, enfermedad y gahailjan significa curarse, sanarse. En antiguo islandés, heil significa buen presagio, en alto alemán hael significa buen presagio, felicidad. En el anillo de oro de Petrossa, se lee una inscripción en gótico: “Gutan Iowi hailag” que ha sido traducida como: “consagrado al Dios de los godos”. Se conserva una inscripción rúnica que dice: “Wodini hailag”, traducida: “Dotado de buena fortuna por Wotan”. El concepto gótico hails, “buena salud, que goza de integridad” es de gran importancia en la espiritualidad germánica, pues la persona que posee salud tiene el poder de darla al que la necesita. Los Dioses poseen salud en grado superlativo, por esto pueden otorgarla a los humanos.
Al decir Hails Wodan!, Hails Teiws (Týr)! le deseamos a nuestro interlocutor que la salud y el poder de los Dioses se manifieste en él a través de acciones dignas de los hijos de Wotan.

Heim∂allrr Padre de Nuestros Ancestros


Uno de los nombres de Heim∂all es Rig, en el Völuspá se dice que Heim∂allr es el padre de las razas humanas: “Pido de un oyente de todas las santas razas mayores y menores, parientes de Heim∂allr”.
El Rigsthula nos cuenta como Rig inició un viaje por la costa, caminando llegó hasta una alquería, donde se presentó a los moradores como Rig. La pareja de ancianos los acogió en su humilde casa. Se llamaban Ai (bisabuelo) y Edda (bisabuela). Rig se sentó con ellos y les dio buenos consejos. Después de cenar fueron a dormir, Rig durmió el mismo lecho, entre Ai y Edda. Permaneció con Ai y Edda tres noches completas. Al cabo de nueve meses, Edda dio a luz un niño. Era de piel negra y le llamaron Thrael. Al crecer su aspecto fue rudo y encorvado. Thrael se casó con una muchacha de brazos tostados y nariz ganchuda llamada Thir, de la cual nació la estirpe de los siervos.

Rig continuó su camino hasta llegar a una casa con la puerta entornada, donde vivían Afi (abuelo) y Amma (abuela). Después de darles Rig buenos consejos, cenaron y se acostaron, compartiendo el lecho, Rig entre Afi y Amma. Rig permaneció tres noches enteras, continuando después su viaje. Amma dio a luz a un niño al que pusieron el nombre de Karl, era pelirrojo, de piel sonrosada y con ojos vivos. Karl se caso con Snör (blanca) y de ella surgió la estirpe de los hombres libres.
En su caminar Rig llegó hasta la hacienda de Fadir (padre) y Mödir (madre). Fadir estaba haciendo cuerdas y flechas para su arco. Rig se sentó entre ellos, en el centro del banco y les dio buenos consejos. Mödir sirvió una suculenta cena, en la mesa colocó paños bordados y bandejas de plata. Rig se quedó tres noches con ellos. Mödir parió a un muchacho al que llamaron Jarl (conde), era rubio, de mejillas brillantes y sus ojos agudos como los de una serpiente. Rig al cabo de años regreso y le enseño a Karl el arte de las runas (conocimiento propio de un sacerdote) y le dio su nombre Rig. Jarl se casó con Erna. Tuvieron muchos hijos, que fueron hombres de importancia, de los cuales nació la estirpe de los guerreros. El menor fue Kon, que conocía las runas eternas, las runas de la vida. Kon tenía la fuerza de ocho hombres, conocía el lenguaje de los pájaros (como Sigfrido después de beber la sangre del dragón Fafner), calmaba los mares y protegía a los hombres. En el Rig Veda, escrito mil años antes de la era común, Indra es descrito como un poderoso Dios de cabellera y barba pelirroja. Algunos estudiosos, se fijan en los nombres dados a las parejas humanas, bisabuelos, abuelos y padres, interpretándolo como una evolución, como si el Dios Rigr fuese mejorando la raza humana y cada estirpe constituyese un paso en esa evolución. Rigr da su nombre y por tanto reconoce plenamente la paternidad de Jarl. Su hijo Kon hereda los dones propios de un semidiós o cuando menos de un héroe, por sus gestas y conquistas. La palabra noruega para rey es Konungr, derivando de Kon. En las mitologías IE tenemos una estirpe que está por encima de los reyes, son los héroes, los cuales son hijos de un Dios y de un humano. Algunos ejemplos:


Celtas
Germanos
Griegos
Indoarios
Cuchulain
Siggi
Hércules
Arjuna
Rey del Ulster, hijo de Lug y Dectera, hermana del rey del Ulster
Rey de Frankland, hijo de Odín.
Hijo de Zeus y de la reina Alcmena
Hijo de la reina Kunti y de Indra

En el Mahabharata la familia de Arjuna al recibir a su esposa Subhadra (hermana de Krihsna, avatar de Visnú), le desean que sea madre de un Héroe, es decir, que un Dios la fecunde para dar a luz un vástago divino que de mayor gloria a la casa de los Pandavas. Esta tradición IE es un argumento esgrimido por los rabinos para decir que la historia narrada en los evangelios sobre el nacimiento virginal de Jeshúa es un mito IE, sin correlato en el Antiguo Testamento ni en las obras sapienciales judías. Por tanto una fábula de escritores griegos o de cultura griega.

El dibujo que ilustra este artículo es obra de By W.G. Collingwood (1854 - 1932)


martes, 11 de febrero de 2020

Essus, El Dios Celta del Autoconocimiento


Essus es uno de los Dioses más importantes y enigmáticos del panteón galo. Se sabe que era muy venerado en la Bretaña Armoricana, en el norte de España y en la costa francesa del Golfo de Vizcaya. Su esposa era Artis, la Diosa que representa la energía y el poder del Oso. Su energía se canaliza a través de tótems con la forma de grulla y de toro, ambos con un significado muy rico. En la heráldica europea la grulla ha significado el buen gobierno de un líder que posee constancia, vigilancia y prudencia. El toro representa la fuerza, el coraje y el valor, virtudes que complementan perfectamente a las anteriores. Essus guía a los fieles en el autoconocimiento, el dominio de la energía sexual y la conexión con los otros Mundos. Algunos mitólogos lo han relacionado con Odín, por su constante búsqueda del saber y su conocimiento profundo de las cosas. Lucano nos dice que los galos ofrecían sacrificios humanos a tres Dioses: Essus, Taranis y Teutates. Las víctimas ofrecidas a Essus eran colgadas de un árbol, las de Taranis quemadas en cestas de mimbre, y las de Teutates, ahogadas[1]

Essus es representado como un hombre joven, asociado a la serpiente cornuda y a la cornamenta del ciervo. Las semejanzas con Cérnunnos son obvias, por lo que algunos mitólogos han considerado que pueden representar la misma divinidad. Otra posibilidad es que sean hipóstasis de un mismo Dios. Como hemos visto, entre los celtas las divinidades trinitarias son muy comunes. La hipóstasis de Essus representa la energía de la juventud, del comienzo de los tiempos, de la vida activa y creativa. Cernunnos representa el aspecto ctónico, como Dios pasivo del Mundo Subterráneo, regente de la rueda de la vida que conserva los ciclos vitales con sus periodos de fertilidad y esterilidad. La tercera hipóstasis es Belenus, atestiguada por un epígrafe encontrado en Colchester “Esu-bilini”, en genitivo que se ha interpretado como Essus-Belenus, traducido como El Señor Béleno[2], el antiguo Dios Solar de los celtas. La Luz también tiene un componente de oscuridad; la luz cuando es muy intensa nos deslumbra, impidiéndonos ver. Un exceso de conocimiento también es cegador, nos dificulta escoger que argumento es el verdadero. Belenus nos guía en el autoconocimiento, encontrar en nosotros mismos la verdad, dejando a un lado el conocimiento oficial que nos deslumbra, pero que al mismo tiempo nos impide encontrar nuestro camino de autorealización. Cada ser humano es en sí mismo un Universo con sus leyes particulares; Essus-Belenus, al deslumbrarnos, nos invita a que cerremos los ojos, conozcamos las leyes que guían nuestra psique y desde su conocimiento comprendamos cual es nuestro lugar en el Cosmos y la causa de nuestra existencia.

La búsqueda del autoconocimiento, de las leyes que rigen el Cosmos y la autorealización corresponden en la mitología nórdica a Wotan, siendo claras las similitudes con Essus. En el famoso caldero Gundestrup tenemos una de las más famosas representaciones de Essus-Cernunnos; en el centro vemos a Cernunnos sujetando un torque en la mano derecha y en la izquierda una serpiente cornuda, por debajo de la cabeza. A la derecha de Cernunnos hay un majestuoso ciervo y un toro, a la izquierda un león y un perro. La composición muestra una simbiosis entre todos los seres, con el foco en Essus-Cernunnos. Una energía impregna la escena, Cernunnos irradia la armonía entre seres que en la naturaleza son enemigos, nos permite comprender que entre las presas y los depredadores subsiste un ecosistema sinérgico y holístico. En la imagen de bronce de Bouray (Francia) aparece Essus en un estadio de cambio, no tiene aun la cornamenta, pero tiene las pezuñas de ciervo, en una posición de Buda.

En los rituales actuales Essus es invocado para incrementar la fertilidad, la prosperidad, contactar con los fallecidos, progresar en el autoconocimiento, etc. A diferencia de las religiones reveladas, la fe de nuestros ancestros solo se muestra a los que buscan de forma incansable; Essus en sus múltiples manifestaciones nos acompañará en las tinieblas y los relámpagos de nuestro peregrinar en Midgard.





[1]  Joaquín Caridad Arias, Cultos y Divinidades…, opus. cit., pág. 190.
[2] J. Caridad Arias, Toponimia y Mito, Ed. Oikos-Textos, Barcelona, 1995, pág. 179.

sábado, 18 de enero de 2020

Los Cimbrios y los Celtas Hispanos según Valerio Máximo

El escritor romano Valerio Máximo en su célebre obra Hechos y Dichos Memorables, II, 6, 11, nos dice que los guerreros cimbrios (originarios de Jutlandia) y los celtas hispanos vivían por y para la lucha:

“saltaban de alegría al partir al combate, pensando abandonar este mundo de una forma feliz y honorable. En cambio, en las enfermedades se lamentaban de verse amenazados por un final miserable y vergonzoso”.
Este espíritu está presente entre los vikingos, para los cuales la muerte por enfermedad, la temible muerte de paja, era el peor de los destinos, prefiriendo quitarse ellos mismo la vida a morir en el lecho.
Añade Valerio Máximo que los cimbrios y los celtas hispanos tenían las mismas canciones de gesta, himnos y danzas de guerra. Es posible que esta semejanza se deba a que los cimbrios, aunque era un pueblo germánico en su origen, por su contacto con los celtas había adquirido parte de su cultura, prueba de ellos son los nombres celtas de sus principales líderes: Boiorix, Lugius, Claodicus y Caesorix.
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Valerio Máximo, Facts and Memorable Sayings, II, 6, 11, tells us that the Cimbrian warriors (originally from Jutland) and the Hispanic Celts lived by and for combat:

“They jumped for joy when leaving for battle, thinking of leaving this world in a happy and honorable way. On the other hand, in the diseases they lamented to be threatened by a miserable and shameful end ”.
This spirit is present among the Vikings, for whom death by disease, the fearsome death of straw, was the worst destination, preferring to take their own lives to die in bed.
Valerio Máximo adds that the Cimbrians and the Celtic Hispanics had the same deeds, anthems and war dances. It is possible that this resemblance is due to the fact that the Cimbrians, although it was a Germanic people in its origin, by their contact with the Celts had acquired part of their culture, proof of them are the Celtic names of their main leaders: Boiorix, Lugius, Claodicus and Caesorix.


domingo, 12 de enero de 2020

La Anábasis de Ciro, La Epopeya de los Diez Mil


La Anábasis de Ciro, La Epopeya de los Diez Mil 

Entre las virtudes que vertebran la ética ásatrú destacan el valor, la lealtad y el cumplimiento de la palabra dada. Los 12.000 guerreros griegos que participaron en la Anábasis de Ciro el Joven, aun siguen siendo un referente para los que seguimos el camino marcado por los Dioses. Vamos a relatar brevemente esta gesta que impresionó a los griegos contemporáneos de Jenofonte y fue la que guió a Alejandro en su conquista del Imperio Aqueménida.
La sucesión de un rey, por poderoso que sea, siempre es problemática. Darío II tenía dos herederos, el mayor Arsicas ─el futuro Artajerjes II─ y Ciro el Joven, un hombre que brillaba con luz propia. Darío II veía en Atenas el gran rival del Imperio, envió a Ciro como sátrapa de Lidia, Frigia y Capadocia, las satrapías más próximas a las polis jonias, aliadas de Atenas. En el año 408 a.e.c. Ciro negoció con el general espartano Lisando una sólida alianza entre el Imperio y Esparta. Atacó a las ciudades jonias que formaban parte de la liga de Delos,  conquistándolas después de derrotar a los atenienses. Darío II al presentir su muerte llamó a Ciro a Susa, deseaba que sus dos hijos trabajasen juntos por la grandeza del Imperio Aqueménida. Arsicas sería coronado como Gran Rey, con el nombre de Artajerjes II y Ciro el Joven conservaría el gobierno de las satrapías más próximas a Grecia. El sátrapa Tisafernes, miembro de una antigua familia con experiencia en derrocar reyes, estaba resentido porque Darío II le había quitado sus satrapías entregándoselas a Ciro, el cual había demostrado ser un gran hombre de estado. Tisafernes acusó a Ciro el Joven de organizar un complot contra su hermano Artajerjes II y este ordenó el encarcelamiento de Ciro. Artajerjes II devolvió a Tisafernes las satrapías de Lidia y Capadocia, pero solo fue temporal, pues la madre del monarca, Parisátide, convenció a Artajerjes II de la falsedad del complot.
Ciro el Joven recuperó el gobierno de las satrapías de Lidia, Capadocia y Frigia. Al llegar a sus territorios Ciro se propuso organizar un poderoso ejército para vengarse de Tisafernes, para ello aprovecha sus contactos con los espartanos y comenzó a reclutar mercenarios griegos, que después de las guerras del Peloponeso estaban sin medio de subsistencia. Llegan hoplitas de todo el Hélade y de la Magna Grecia, a los cuales seduce con una gran campaña que liberará las ciudades jonias de la tiranía de Tisafernes y sus aliados. El gran ejército se congregó en la capital de Lidia, Sardes; lo formaban unos 12.000 hoplitas y 2500 peltastas (infantería ligera griega) y 50.000 soldados persas. Comenzaron su marcha liberando las polis jonias, que recibieron a Ciro como un libertador, solo en Mileto los partidarios de Tisafernes pudieron ofrecer resistencia. Artajerjes II veía este conflicto como una guerra entre sátrapas, por lo que decidió no intervenir. Al llegar a puerto de Issos, Ciro recibió a los últimos griegos, entre los que estaban 700 hoplitas espartanos que alistaban como aliados. Después de atravesar Cilicia y Siria, los griegos empezaron a preocuparse, habían cumplido los objetivos de la expedición, por qué seguir adentrándose en territorio enemigo. La tensión llegó a producir un motín entre los griegos que exigieron a Ciro que les informase de sus verdaderas intenciones. Ciro congregó a los griegos y les explicó su plan para deponer a Artajerjes II y coronarse como gran Rey. Si le apoyaban serían ricamente recompensados, pues los estimaba como el contingente principal de su ejército. Los griegos, a pesar de estar enfadados por el engaño, decidieron seguir adelante por el ansia de Gloria y riquezas. Artajerjes II en este momento ya sabía cuáles eran las intenciones de Ciro, ordenó a Tisafernes replegarse y no plantar batalla hasta que hubiese reunido al gran ejército persa. Los ejércitos de los hermanos se divisaron el 3 de septiembre del 401 a.e.c. en la localidad de Cunaxa, a unos 70 km al norte de Babilonia, en el corazón del Imperio.
Artajerjes II había reunido un ejército de más 120.000 hombres, el doble que el de Ciro, al desplegarse el ejército de Ciro no fue capaz de cubrir el frente de batalla de Artajerjes, lo que facilitaba una acción envolvente por las tropas del Gran Rey. Ciro confiaba en la fiereza de los griegos, en las cerradas falanges hoplíticas capaces de abrirse paso contra infantería, caballería o carros de combate. Los griegos rompieron las líneas persas, ni la caballería ni los carros frenaron su avance. Ante la masacre propiciada por los hoplitas toda el ala izquierda persa cedió, al comienzo lentamente, mas la continua presión de las falanges hicieron perder la fe a los persas, comenzando una cobarde desbandada que propicio una gran matanza. Ciro al comprobar el triunfo de los hoplitas, decidió continuar con su plan ─como intentó después Alejandro Magno─ dio la orden a la élite de su caballería pesada, 600 jinetes” que le escoltasen en una cabalgada hasta las posiciones de su hermano. La caballería pesada de Ciro se abrió paso entre las formaciones de infantería de Artajerjes II, este no huyó enfrentándose a Ciro en un asalto que decidiría el futuro del Imperio. Las crónicas cuentan que Ciro llegó a herir a Artajerjes, pero una traicionera flecha se interpuso en el combate singular, hiriendo de muerte a Ciro. El general Arieo ordenó el repliegue de las tropas de Ciro, que ante la muerte de su líder se veían ya derrotadas. Mientras tanto los griegos habían parado su avance, esperando órdenes de Ciro. Estaban cansados, pero habían realizado gestas propias de los héroes. Al llegar la noche, sin recibir noticias de Ciro, se extendió la preocupación entre los expedicionarios. Los griegos retrocedieron a su campamento, que vieron saqueado. Tisafernes, al mando de la caballería se lanzó contra las falanges hoplíticas, pero estas volvieron a repelerla, causando tantas bajas que Artajerjes II ordenó que no se lanzase ningún ataque frontal contra los griegos. Cercados los griegos por una fuerza diez veces superior, solo les quedaba la opción de negociar una retirada honorable hasta las costas jonias o del Helesponto. Tisafernes aprovechó esta debilidad para concertar una tregua que permitió a los griegos retirarse hasta las orillas de Tigris. Allí, en el campamento de Tisafernes se reunieron los principales jefes griegos con el sátrapa para negociar. Tisafernes traicionó la palabra dada, hizo prisioneros a los generales y como estos no cedieron a sus pretensiones los ejecutó. La noticia de la traición de Tisafernes y la muerte de los líderes causó un gran pesar, el pánico empezó a aflorar en los duros hoplitas. En este momento de zozobra surgió la figura de Jenofonte, discípulo de Sócrates y experimentado oficial durante las guerras del Peloponeso. Jenofonte vio en un sueño a Artemisa que le infundió fe su destino, le exhortó a hablar al ejército transmitiéndoles valor y determinación; si permanecían unidos como hasta ahora lograrían regresar a sus hogares. La oratoria de Jenofonte hizo recobrar a los griegos su gallardía, podrían vivir o morir, pero como dignos hijos de Grecia. Los griegos colocaron lo poco que recuperaron de su campamento en  carros y mulas, en el centro de ejército, pues estaban rodeados por los persas.
Comenzaron a caminar a través de los desiertos de Babilonia y Siria. Los persas para debilitarlos quemaban las poblaciones por las que pasaban, les impedían recoger forraje para las monturas, dificultaban el acceso a las fuentes y les negaban las colinas para fortificarse durante las noches. El hambre empezó a debilitar sus cuerpos que no su espíritu. Al llegar a Armenia, divisaron las cimas nevadas, pasaban de caminar por desiertos con  una vestimenta ligera a enfrentarse a un crudo invierno. Una noche nevó mientras dormían, al levantarse se dieron cuenta que la nieve les había aislado del frío, pero al iniciar la marcha sentían que sus túnicas no les protegían del frío, ni del viento helador. Sus sandalias se había congelado pegándose a los pies, si se quitaban las sandalias se arrancaban la piel. En estas condiciones, sin apenas comida, perseguidos por un ejército muy numeroso, pero que en su cobardía no les plantaba una batalla frontal, continuaron su marcha con la esperanza puesta en las polis del mar Negro. Al subir la última montaña y divisar el mar la emoción se propagó por todo el ejército, parecía que habían superado lo peor y ahora compatriotas griegos les ayudarían. En la primera ciudad que pidieron ayuda vieron como se la negaban. Artajerjes II había enviado emisarios amenazando a las ciudades que los apoyasen. Trapezunte (Trebisonda) llegó amenazar al cuerpo expedicionario si se aproximaba a sus puertas. Ante esta nueva traición, continuaron por la costa norte de Asia menor hasta que llegaron a Bizancio, donde por fin pudieron cruzar el Helesponto y llegar a la ansiada patria. La expedición había durado 15 meses y habían recorrido más de 1.500 km en territorio enemigo. Llegaron a sus hogares más de 6.000 supervivientes, la mayoría de los cuales volvieron alistarse en el ejército que el rey espartano Argesilao organizó para castigar al Imperio Arqueménida. Habían demostrado la superioridad de las tácticas hoplíticas y de la fortaleza física y moral de los griegos. Alejandro Magno, setenta años después conquistaría aquel vasto Imperio.

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