lunes, 11 de junio de 2018

LA RELIGIOSIDAD NÓRDICA SEGUN HANS GUNTHER

El profesor Hans Günther escribió un ensayo titulado Religiosidad Nórdica que aborda las cuestiones de definir y de recuperar la pureza espiritual de los protoindogermanos.
Para este profesor de las Universidades de Jena, Friburgo y Berlín, el factor genético es un elemento clave en el devenir humano. La influencia de la psicología genética de Ludwig Ferdinand Clauss y de su obra Die nordische Seele (El Alma Nórdica) es patente. Clauss sostiene que cada grupo genético posee una forma innata de estar en el mundo y de aprehenderlo, un modo genéticamente condicionado, tanto de sentir como de expresar ese sentir.
Hans Günther sostiene que los diversos pueblos indoeuropeos son evoluciones en mayor o menor medida del Urvolk, que se disgregó a finales de neolítico reciente. El Urvolk es identificado como el pueblo nórdico de genética más pura. La cuestión del origen geográfico, el Urheimat del Urvolk es determinada en base al estudio de la genética original o Urrasse.
Günther conocía las teorías de George Dumezil y de los miembros de su escuela. Mediante el método comparativo, habían descubierto la conservación de una serie de categorías religiosas y sociales en las mitologías de los pueblos indoeuropeos que se podían remontar al tiempo primigenio del Urvolk en Urheimat.
En la búsqueda de los rastros del espíritu del Urvolk, Günther considera que los griegos y los romanos conservaron muchos elementos esenciales de la religiosidad del Urvolk. Considera que los celtas estuvieron muy influenciados por la antigua Europa preindoeuropea. Ejemplos de elementos exógenos serían las castas brahmánica y druídica. La vía contemplativa no sería propia del Urvolk. Los pueblos indoeuropeos serían genéticamente nórdicos en su origen (germanos, romanos, griegos e indoiranios). La tesis central del ensayo es la existencia de una genética nórdica, que genera unas formas de vivir lo sagrado, tanto en la dimensión anímica como en la dimensión psicológica.
Günther observa en la figura de Odín y en el orfismo elementos exógenos a la espiritualidad del Urvolk. Las prácticas que conducen a la realización de lo incondicionado, la iluminación del yo están fuera del alma nórdica. El hombre nórdico se presenta al “estar ahí”, en este mundo, sin preocuparse por el post mortem.
Cumplir el propio destino es llevar al límite la realidad, la verdad que anida en el interior de cada ser humano. El hombre oriental acepta lo que le depara el destino con la cerviz baja. El hombre nórdico batalla contra el destino, sin caer en la desesperación. Una vez perdida la esperanza, lucha sin ella, amando la lucha. En la lucha sin esperanza materializa su heroísmo y su libertad.
Toda decisión ética de un alma nórdica nace de una “conciencia autónoma”, contraría a los preceptos del druidismo. De igual modo, los dioses Vanes no encajan en la religiosidad germánica, parece que fueron incorporados durante el asentamiento de los germanos en el área danubiano-balcánica. También debió suceder algo similar en la religiosidad griega con el culto a Dioniso, procedente según los estudiosos de los Balcanes y de Asia Menor. El espíritu griego nunca llegó a asimilar plenamente el culto dionisíaco. Homero apenas cita a Dioniso, siendo posible rastrear su progresión en el panteón divino, desde una divinidad extranjera de pelo oscuro a un dios griego de cabellera rubia.
¿Cuántos elementos de la personalidad de Odín/Wodan se nos muestran como no indoeuropeos o al menos no germánicos? Odín en su impenetrable mezcla de engaño y de sublimidad, no encaja en el modelo de dios germánico o indoeuropeo. Su culto presenta un aura religiosa extraña a la germánica e indoeuropea. ¿Cuánto de los Eddas es fruto de la influencia semita en los poetas? ¿Qué elementos de la personalidad de Wotan se asocian a la figura indoeuropea del Padre celeste? En Júpiter y Zeus, esta vinculación con el padre celeste está implícita con la etimología de sus nombres. Andreas Heuler , ha subrayado: “la mitología de los Eddas es esencialmente una creación poética islandesa y noruega de los siglos vikingos”.
Según Erik Therman, muchas sagas de los Eddas no formaron parte de la religiosidad popular germánica, fueron concepciones religiosas de los príncipes y de los nobles vikingos. Wotan era inicialmente un dios de la guerra y la poesía, su etimología procede del término protogermano uat, que significaba “espiritualmente sobrexcitado”. Esta raíz la han encontrado los lingüistas en el sánscrito, el persa y el latín; en este último tenemos el término vates que significa poeta vidente. En la lengua gala tenemos el término uati, que significa, vidente, adivino, profeta, oráculo. En gales el cognado es gwawd y en irlandés faith.
Hans Günther opina que Wotan nunca fue popular entre la clase de los hombres libres; fueron los vikingos, al final del paganismo quienes encumbraron a Wotan. No hay otro dios del ámbito indoeuropeo que asuma tantas y tan variadas funciones: guerreras, mágicas, chamánicas, soberanía, posesión de una sabiduría iniciática, conocedor del futuro, etc. La figura de Wotan, en opinión de Günther no es útil para conocer la religiosidad de los protoindoeuropeos. Las fuentes literarias que se han conservadas están muy influenciadas por la ideología de los poetas y de los nobles a quienes servían.
Sin duda, la opinión del profesor alemán nos cuestiona muchas ideas preconcebidas. No debemos aceptar sin una crítica inicial el contenido de los Eddas, pero tampoco cuestionarlo todo sin justificar porque lo cuestionamos.
Hans Günther, siendo alemán, nos invita a encontrar una parte importante de la espiritualidad del Urvolk en la la obra de Goethe, pero también en las obras clásicas, en especial en las obras de Platón, Cicerón y de los filósofos estóicos. Todo un halago a la cultura clásica de un profesor comprometido con el estudio de la cultura germánica.


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