miércoles, 27 de junio de 2018

Las Primeras Incursiones Vikingas en España



Las Primeras Incursiones Vikingas en España

La primera noticia de la llegada de vikingos a España la sitúa en el año 844. El obispo Prudencio, de origen español  que participó en la redacción de los Annales Bertiniani, del monasterio de San Bertín, en la actual Bélgica nos aporta interesantes datos. Según estos Annales, los vikingos llegaron a España en el año 844 empujados por una tempestad en aguas del Cantábrico, desembarcando en las costas gallegas. Las incursiones en la costa francesa son poco anteriores, con lo cual es de suponer que esta incursión del 844 debió ser la primera que hicieron los vikingos en España. Prudencio escribió al respecto:

“Nortmanni per Garrondam Tolosam usque proficiscentes, praedas passim impuneque perficiunt; unde regressi quídam Galliciamque adgressi, partim balistatariorum occursu, partim tempestate maris intercepti dispereunt; sed et quídam eorum ulterioris Hispaniae partes adorsi, diu acriterque cum Sarracenis dimicantes, tándem victi resiliunt”[1]


 El Chronicon Albeldense confirma estos datos:

“Eo tempore (Reinado de Ramiro I) Lordomani in Asturias venurunt[2].

El Chronicon Sebastiani es más exacto y durante el reinado de Ramiro I afirma:

“Itaque subsequenti tempore Nordomannorum clases per septentrionalem Oceanum ad littus Gegionis Civitatis adveniunt, et inde and locum qui dicitur Farum Bergantium, perrexentunt: quod ut comperit Ranimirus jam factus Rex, misit adversus eos Exercitum cum Ducibus et Comitibus, et multitudinem eorum interfecit, ac naves igne combusit: qui vero ex eis remaserunt, Civitatem Hispaniae Hispalim irruperunt, et praedam ex ea capientes plurimos Chaldaeorum gladio atque inge interfecerunt[3].


Durante esta época surgió la leyenda del obispo Gonzalo de la diócesis de Bretoña (antecesora de la diócesis de Mondoñedo, Lugo): al llegar a la entrada del río Masma un gran número de embarcaciones vikingas, los habitantes acudieron a la protección del obispo, al que consideraban santo. Gonzalo rezó pidiendo la protección del cielo contra el ataque y entonces se desató una gran tempestad que hundió la mayor parte de la flota invasora. Estos poderes del obispo Gonzalo nos recuerdan a los que tenían los santos irlandeses Aed y Patricio.

Los hechos parece que fueron los siguientes: los vikingos llegaron por primera vez a España durante el reinado de Ramiro I y realizaron varias incursiones por la costa cantábrica en dirección al oeste hasta llegar a la Coruña. En esta plaza entraron en batalla y sufrieron una grave derrota, tanto en bajas humanas como en la pérdida de barcos.  Los vikingos después de ser derrotados en la Coruña, buscaron venganza en Sevilla, donde llegaron el 1 de octubre del año 844. La flota vikinga bajo por la costa de Portugal entrando en el estuario del Tajo y saqueando la ciudad de Lisboa durante trece días. En esta época Lisboa estaba en territorio sarraceno.

Partieron los vikingos hacia el Sevilla, entrando en la desembocadura del Guadalquivir, donde saquearon la plaza de Sevilla, hecho que narran con detalle las fuentes musulmanas. Los vikingos sembraron el pánico por toda Andalucía.

El número de naves vikingas varía según la fuente consultada. Algunas fuentes dicen que las embarcaciones quemadas en la Coruña fueron unas 70 y que llegaron a Sevilla otras 80 naves.

Lo más seguro es que no navegasen todas juntas sino en flotillas que se reunían para el asalto de la costa.
El relato de Ibn al Cutia, del siglo X, dice que los vikingos destruyeron en aquella ocasión la mezquita de Sevilla y la muralla de la ciudad. Las bajas vikingas fueron 16000[4], a todas luces excesivas, pues probablemente no habría tantos vikingos navegando en el océano Atlántico en el año 844.

Cuando los vikingos llegaron a Sevilla por segunda vez en el periodo 858-859, los musulmanes estaban bien preparados y los rechazaron en el estuario del Guadalquivir, sin poder saquear Sevilla.

Vicente Risco[5] nos dice que el líder de la expedición vikinga del año 844 fue Wittingur, Howich o Bjoern Cote-de-Fer, este último también sería el líder para el historiador Murgía.

El historiador Vicente Almazán, que ha estudiado con detalle este periodo no pudo encontrar la fuente en la que se basaban los dos anteriores autores para asignar el mando de la expedición. Por el momento la historia no lo puede esclarecer.







[1] Momumenta Germ. Hist. Script I, pág. 441
[2] España Sagrada, XIII, pág. 453.
[3] España Sagrada, XIII, pág. 489.
[4] Gallaecia Scandinavica, Vicente Almazán, Editorial Galaxia 1986. Vigo.
[5] Historia de Galicia, Vigo, 1978, pág. 41.

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