Si comparamos las lenguas
indoeuropeas entre sí se observan grupos, cada grupo supone que hubo una
Urheimat secundaría de donde surgió una protolengua de la cual derivaron las
lenguas de una familia. Las lenguas germánicas, itálicas, griegas, célticas,
bálticas, eslavas, etc., se originaron en regiones donde sus habitantes
estuvieron lo suficientemente aislados del resto de los indoeuropeos para
formar una lengua con sus peculariedades. Las migraciones de los indoeuropeos
eran lentas; mujeres y niños, no podían avanzar tan rápidamente como un
escuadrón de caballería. Por ejemplo: los hunos, mongoles y turcomanos enviarón
ejércitos veloces que sometían países rápidamente. Después llegarían las
familias para colonizar los territorios conquistados. ¿Dónde se formaron las
Urheimats secundarias? ¿Dónde se diferenciaron los europeos de los indoiránios?
¿Dónde aprendieron los europeos las técnicas agrícolas? Esta fue la Segunda
Patria, un lugar que condicionó el carácter de los pueblos europeos. Según von
Ihering, fue en la Segunda Patria donde los protoeuropeos[1]
aprendieron a las técnicas agrícolas. El arado era de madera y era tirado por
una pareja de personas. En la expresión “yugo del matrimonio” encuentra von
Ihering una reminiscencia de la época de la Segunda Patria. Las personas que se
unen para tirar del jugo constituyen un matrimonio: con-jug-um. La mujer después del matrimonio pronunciaba la fórmula:
“ubi tu Gaius, ego tibi Gaja” (donde
tú tires del arado, yo tiraré). En alemán se conserva la expresión “Was treibst du”. En las lenguas europeas
no se conservan términos comunes para designar al abono. Esto nos lleva a
suponer que en la Patria Secundaria, los protoeuropeos desconocían el uso de
los fertilizantes. Esta nueva patria tendría que ser un lugar muy fértil para
poder mantener a un pueblo tan numeroso y por un periodo de tiempo largo. Von
Ihering propone primeramente las tierras aluviales del Volga, famosas por su
fertilidad como lugar donde se asentó la Segunda Patria.
Nos se puede saber si
para la recolección de los cereales se llegó a emplear la guadaña, la hoz o si
se recogían a mano. La molienda se realizaba con molinos de brazo, de los
cuales se han recuperado muchos en los yacimientos arqueológicos. La
lingüística nos confirma que este molino fue empleado por los protoeuropeos: en
griego mola, en gótico malam, en irlandés malin, en eslavo mija, en latín
malti. Siendo este término desconocido en el protoindoeuropeo. La propiedad
privada de los campos, pastos y bosques no era conocida. Los germanos y los
eslavos tardaron mucho tiempo en adquirir esta institución, lo cual no deja
duda que no existió la propiedad privada en la Segunda Patria.
Si los germanos y eslavos
hubiesen conocido esta institución en la Segunda Patria no volvería a la
propiedad común, un régimen de explotación menos eficiente. Rómulo al fundar
Roma repartió la tierra laborable dando a cada nuevo ciudadano dos jugera como fundo hereditario (heredium). En opinión de von Ihering,
los itálicos al llegar a Italia adquirieron la institución de la propiedad
privada del suelo rústico. En tiempos históricos podemos observar las tres
soluciones:
1.
Cultivo
colectivo y distribución de la producción entre los trabajadores. Era común
entre los eslavos hasta el siglo XIX.
2.
Las
tierras de labor se sortean y son trabajadas por unidades familiares que se
quedan con la cosecha. Periódicamente se vuelven a repartir las fincas, para
equilibrar las calidades. Es el modelo descrito por Tácito entre los germanos[2].
3.
Propiedad
privada de las fincas de labor.
Esta circunstancia nos
lleva a considerar que el modelo de explotación comunal era el propio en la
Segunda Patria y que los eslavos fueron los últimos en abandonarla, tardando
muchos siglos en adquirir la institución de la propiedad privada. Los pueblos
tardan mucho tiempo en cambiar sus instituciones y mentalidades. Los habitantes
indígenas de la Segunda Patria pasaron a estar sujetos a los europeos a través
de una institución similar al vasallaje. El término vasallo no era conocido por
el Urvolk, sí la esclavitud. En las lenguas europeas se encuentran términos
para referirse a los vasallos, pero no proceden de la misma raíz. Iliotas
(griego), clientes (romanos), hören (alemán). Inmediatamente nos surge la
pregunta: si era una institución principal en la Segunda Patria, ¿cómo es que
no se ha conservado este término en las lenguas europeas? Nos extraña que von
Ihering no se haya formulado esta cuestión.
Von Ihering siendo
consecuente con el modelo de explotación que se postula para la Segunda Patria,
consideró que la relación de vasallaje o servidumbre del pueblo nativo sometido,
se prestaba de forma colectiva a los protoeuropeos. Al no existir un vasallaje
privado. La Segunda Patria se situaría entre los ríos Don, Dnieper, Dniester y
el Danubio (segunda propuesta de von Ihering). Una región coincidente, aunque
más amplia que la propuesta por la Teoría de la Cultura de los Kurganes como
Urheimat de los protoindoeuropeos. ¿No estarán confundiendo los defensores de
la teoría de los Kurganes la Segunda Patria con la Primera Patria? Como ya
hemos visto, la determinación del Urheimat es compleja. Como sabemos, von Ihering
era defensor de situar Urheimat en los valles soleados del Hindú Kush. Los protoeuropeos
deberían seguir una ruta por Tayikistán, Uzbekistan, Kazajistán, llegando a la
costa del mar Caspio, cruzando el gran Volga. A esta conclusión llegó von
Ihering a finales del XIX.
En qué orden fueron
saliendo de la Segunda Patria los pueblos europeos. Para intentar responder
parcialmente a esta cuestión von Ihering propone el método de comprobar que
lenguas tienen más elementos procedentes de los nativos de la Segunda Patria.
Los griegos y latinos son los que tienen menos términos procedentes de los
pueblos vasallos y conservan una sintaxis más próxima al védico[3]. Los eslavos fueron los últimos en abandonar
la Segunda Patria. El orden de salida fue: griegos, italiotas, celtas, germanos
y eslavos. Sin duda, como hemos visto en los primeros capítulos de este libro, este
orden es el que parece más natural, coincide además con la entrada en la
historia europea de los pueblos y no faltan argumentos lingüísticos que lo
fundamenten, pero von Ihering no presenta una argumentación para sostener esta
conclusión. ¿Cómo se fueron estableciendo los grupos lingüísticos en el
territorio europeo? Von Ihering propone la teoría del espacio ocupado. Los
griegos ocuparon el sur de los Balcanes, por lo que los itálicos prefirieron ir
a zonas no ocupada por otros pueblos europeos. Un enfrentamiento entre estos
sería más duro y sangriento que con los pueblos de la vieja Europa. Los celtas
encontraron libre grandes extensiones del oeste del continente. Ocuparon zonas
de Alemania, llegando al sur de Dinamarca, Francia y la Península Ibérica. Los
germanos ocuparon Alemania y el sur de Escandinavia, que están prácticamente vacías
de europeos. Los eslavos fueron los últimos en salir, aunque se puede decir que
nunca abandonaron la Segunda Patria, pues a día de hoy, los rusos y ucranianos
siguen ocupando esta región. Los eslavos
formaron un continuo desde los Balcanes a los confines de Europa. Los germanos
posteriormente invadirán el Imperio Romano, formando las naciones actuales de
Europa Occidental. Los eslavos, en opinión de von Ihering, al estar menos
siglos ocupados en migraciones, desarrollaron un carácter más pacífico y son
los únicos europeos que no crearon imperios de ultramar. En el esquema inferior
resumimos las ideas expuestas en este capítulo.
[1] Utilizamos el término protoeuropeo con el
significado de protolengua que dio origen a la mayoría de las lenguas europeas:
germánicas, latinas, célticas, bálticas y eslavas.
[2] Rudolf von Ihering, opus cit., pág. 298.
[3] Von Ihering pensaba que el Ursprache y el
védico era muy próximos. El término ario, Urvolk y pueblo padre era
prácticamente sinónimos para el sabio alemán.
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