miércoles, 17 de abril de 2019

Týr o Ziu


Týr o Ziu

Týr es un Dios de la guerra entre los germanos y los escandinavos. En la Edda Mayor se dice que es hijo del gigante Ymir y Frilla. Snorri Sturluson en la Edda Menor, propone otra filiación en la que es hijo de Odín y Frigg. La primera parece más acorde con la antigüedad y difusión del culto a Týr.  En las diferentes lenguas germánicas se ha conservado el nombre de Týr: Týr (godo), Ty (antiguo noruego), Ti (sueco), Tiw o Tiu (antiguo inglés) y Ziu (antiguo alto alemán).
Uno de los nombres de Odín es Hanga Týr (dios colgado), del cual se desprende que Týr aun conservaba en las lenguas escandinavas el significado genérico de Dios. Esto está en concordancia con el estudio etimológico. En protogermánico el término reconstruido para Týr, con el significado de Dios es *Tiwaz que deriva del término protoindoeuropeo reconstruido *Dieus. Los teónimos derivados de *Dieus en las lenguas indoeuropeas son: Zeus, Júpiter (Diu Piter), Dievas (lenguas bálticas), Diaus Pitar (védico).
Según la interpretación germánica, Tiw era asimilado al Marte latino, con lo que el día dedicado a Marte entre los romanos se transformó en el día dedicado a Tiw o Týr. El martes en inglés actual deriva de Tiwesdaeg en antiguo inglés. En otras lenguas germánicas: Dienstag (alemán), Tisdag (sueco), Tirsdag (danés y noruego).

Týr es considerado por los escandinavos como el más valiente de los Æsir. Es el dios del combate y del honor marcial. Antes del combate, los vikingos entonaban oraciones a Týr y a Odín. Era común grabar la runa de Týr en las espadas. Týr representa el combate con honor, inteligencia y astucia. Los Thing, reuniones del pueblo en armas, eran presididos por Týr. Como vinos en el capítulo dedicado a la interpretación de Dumezil de la religiosidad germánica, Týr compartía con Wotan la función de la soberanía, siendo su parcela la jurídica y la de Wotan la mágica. Týr como Dios jurista, da validez a los contratos, su palabra no se puede cuestionar, pues acepta un sacrificio doloroso para no desdecirse. Jan de Vries, explicaba que no había contradicción entre ser un dios de la guerra y de los contratos (derecho). La guerra implicaba entre los germanos unas reglas precisas entre los contendientes, estableciéndose a menudo: día, lugar y hora del combate; como sucedió entre Mario y Boiorix. En lugar de una batalla campal, que podía suponer una gran mortalidad de guerreros, en ocasiones se optaba por un duelo judicial entre los campeones de los dos bandos enfrentados.

Todas las cuestiones importantes entre los germanos se trataban en el Thing, al cual acudían los hombres libres con las armas, tanto si fuesen a ser debatidas cuestiones de guerra como cotidianas. En los orígenes de Roma, nos encontramos a un manco Muncio Escévola y a un tuerto Horacio Clocles, que salvaron a Roma cuando fue atacada por los etruscos. En época histórica, el culto a Týr estaba en decadencia entre los escandinavos, a excepción de Jutlandia, donde la toponimia conserva muchos nombres derivados de Týr.

Týr y Odín desde un punto de vista estructuralista son comparados con la pareja formada por Mitra y Varuna en el ámbito indoiranio. Cerca del muro Adrinano se ha encontrado una inscripción dedicada a Marte Thing, que se interpreta como dedicada al Dios del Thing, que los germanos asemejaron al Marte romano. En el ámbito celta irlandés podemos encontrar un análogo a Týr en Nuadu el de la mano de Plata.

La iconografía nos muestra a Týr como dios con gran fortaleza física y manco de la mano derecha.
Los ásatrúar festejamos a Týr en la primera luna llena después de equinoccio. Týr representa la victoria sobre el lobo Fenrir, el mayor enemigo de Midgard. El lobo era concebido en la mitología escandinava como un enemigo del Sol y de la Luna y por tanto enemigo de la Luz y del Orden. Desde muy antiguo se conserva la tradición de pintar un huevo, regalandolos a los amigos y familiares como parte de un ritual que favorece la prosperidad y la felicidad.
Týr es mencionado en tres relatos de la Edda Poética: Hymiskvi∂a, Sigr∂rifumál y la Lokasenna.




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