lunes, 26 de diciembre de 2022

Los Orígenes de los Suevos. Parte Tercera

 

Marcomanos, cuados y longobardos se aliaron en el invierno del 166-167 para invadir las provincias Norico y Panonia. Atravesaron en varios puntos el curso del Danubio, una operación de gran dificultad tanto por la estación como por dificultad que entraña a un ejército cruzar un cauce tan caudaloso. No contentos con el gran éxito que entrañaba el saqueo de las provincias, los suevos atravesaron los pasos alpinos. Los imperiales aplacaron a los suevos mediante negociaciones diplomáticas llenas de promesas. Tres años después, viendo los suevos los incumplimientos del Imperio, volvieron a las armas derrotando nuevamente a las legiones romanas. Marco Aurelio en persona dirigió las operaciones que se internaron en territorio cuado, derrotándolos y continuó con los marcomanos a los que también derrotó. Aurelio continuó la guerra dirigiendo sus fuerzas contra los sármatas a los que derrotó en el año 174 e. c. La paz fue muy dura para sármatas y suevos. Los suevos tuvieron que ceder 50 km de territorio en la margen del Danubio, pudiendo los romanos construir en esta margen fortalezas. La guerra se reanudó en el 177 al 180, derrotando a los suevos, lo cual llegó a Marco Aurelio a concebir la idea incorporar al Imperio el territorio Cuado-Marcomano. La muerte de Marco Aurelio favoreció a los suevos que lograron un nuevo tratado en el cual el Imperio abandonaba la orilla izquierda del Danubio y las fortalezas que había erigido en territorio suevo. La paz elevó el nivel de vida suevo. El núcleo del país de los Cuados estaba entre los ríos March y Eipel, la actual Eslovaquia.

Los hallazgos arqueológicos de los últimos años arrojaron muchos datos útiles sobre la vida de los suevos durante las guerras marcomanas. La presencia de las fuerzas Imperiales en el territorio suevo al norte del Danubio y su ocupación parcial han sido, por primera vez, fehacientemente evidenciados por los hallazgos arqueológicos. Destacan los restos de estructuras romanas y una fortificación en la colina «Burgstall», a poca distancia en el pueblo de Mušov. Los ingenieros imperiales construyeron estructuras defensivas masivas de tierra y madera, con múltiples fosos y murallas, cuyo frente fue reforzado utilizando ladrillos de barro. Esta fortaleza es similar a las estructuras de fortificación y construcción descubiertas en 1993 en el sitio de Neurissen. Hallazgos anteriores, sobre todo peroné y terra sigillata, componentes típicos de las armas militares romanas y equipo, y principalmente las monedas dan una evidencia convincente de que la fortaleza albergó una guarnición romana en la época de las guerras marcomanas[1].

El poder lo ostentaban los príncipes en los tiempos de paz, lo cual nos da a entender el alto valor que tenía para los suevos la libertad y que solo concedían un poder absoluto a reyes electos para conducir la guerra. Se celebraban asambleas nacionales que reunían a todo el pueblo Cuado. En los siglos III y IV muchos suevos se asentaron en las provincias de Nórico (actual Austria) y Panonia (Hungría). Durante el siglo IV llegaron los primeros misioneros al reino Cuado. La paz se rompió en el imperio de Constancio II, cuando los cuados junto con los sármatas atacaron las provincias del Danubio. Más tarde, en los años setenta del mismo siglo, concretamente bajo el emperador Valentiniano I, los cuados se rebelaron contra la construcción prevista de puestos militares romanos denominados praesidia castra, directamente en su territorio. El conflicto se precipitó  cuando el gobernador romano Marcelianus asesinó al rey  cuado Gabinius. Este asesinato dio lugar a incursiones de represalia de los cuados en el romano territorio, que no finalizó hasta el 375 e. c[2].

La llegada de los hunos en el año 375 a. e. c., supuso un sobresalto para los pueblos que ocupaban la zona oriental de Europa. Los vándalos asdingos, vecinos de los cuados se habían asentado en la región oriental de Eslovaquia y el Norte de Hungría, emigraron en el 401 a Panonia Occidental.




Extraído del Libro: Los suevos Libertadores de Hispania, autor: Fernando López de Prado López

[1] Jaroslav Tejral (Universidad de Masaryk), opus cit.

[2] Jaroslav Tejral (Universidad de Masaryk), opus cit.

No hay comentarios:

Publicar un comentario