lunes, 26 de diciembre de 2022

Origenes de los Suevos. Segunda Parte

 

Los marcomanos y los cuados eran dos pueblos estrechamente unidos. Una vez plenamente asentados en Bohemia, el Imperio sintió amenazadas sus fronteras y decidió lanzar operaciones militares. Augusto envió a Tiberio con uno de los mayores ejércitos reunidos en la antigüedad, nada menos que 12 legiones, los cual unido a las fuerzas auxiliares no debían ser menos de 100.000 combatientes. Una fuerza así solo podía tener un objetivo, aplastar el reino de los marcomanos y cuados, sirviendo de aviso a las otras naciones bárbaras que frente al Imperio solo cabía vivir de rodillas. Tiberio un príncipe con gran experiencia militar desarrolló un plan ambicioso. Dividió sus fuerzas en dos cuerpos, el primero partiendo desde el Rhin con dirección hacia el Este y el segundo desde Carnuntum tomo la dirección Sur-Norte. Ambos cuerpos confluirían en Bohemia. De este modo, los marcomanos-cuados serían atacados simultáneamente en dos direcciones, privándoles del apoyo de sus vecinos. La campaña no progresó de la forma esperada por el Imperio y a falta de tan solo cinco jornadas para confluir los cuerpos de ejército, ante el levantamiento de los boyos en Panonia, los imperiales decidieron interrumpir la campaña contras los marcomanos-cuados, dirigiendo las fuerzas a Panonia. Se llegó a un pacto de paz reconociendo a Marbod como amigo de Roma[1] El Imperio cambió de táctica, fomentó las disputas entre las élites de las naciones suevas. Katualda se levantó contra el rey Marbod, el cual tuvo que huir hacia Panonia y pactar con los Imperiales su seguridad. Con la caída de Marbod, los cuados ocuparon la posición dominante en la dirección del reino que antes habían ejercido los marcomanos[2].

Entre los mayores misterios[3] está la localización del campamento de invierno romano en Carnuntum, que debería haber servido como punto de partida en la campaña planeada contra Marbod en el año 6 e. c. Sus reliquias aún no han sido descubiertas. Desde hace poco, un sitio en la cima de una colina en Bratislava-Devín en la confluencia de los ríos Morava y Danubio se ha tenido en cuenta. En este lugar se han escabado una cantidad notable de artefactos romanos, por ejemplo: “el peroné de Aucissa”, cerámica y hallazgos esporádicos de militaria romana sugieren la presencia del ejército romano.

Vannio, de origen cuado y financiado por el Imperio, se levantó contra Katualda. Vannio llegó a crear un poderoso reino que empezó a cobrar tributo de las tribus vecinas en lingotes de hierro. En esta época muchos cuados empezaron a servir en el ejército imperial, lo cual no era nada novedoso pues las élites como Vannio y Katualda se formaron en las legiones romanas[4].

Según Eduard Doberjar, en el 19 o 20 e. c., el rey Hermunduro Vibilius derrocó a Katualda después de que su ejército invadiera Bohemia. Katualda también encontró refugio romano en el Foro Iulium en Galia meridional. La población dominantes en Bohemia fueron los Hermunduros, quienes probablemente ocuparon el territorio durante aproximadamente 150 años hasta las Guerras Marcomanas. La presencia de los Hermunduros en Bohemia, particularmente en sus regiones central y noroeste, se menciona en varias fuentes. Tácito escribe (Germ. 41) que los Hermunduri eran «fieles a Roma". De hecho, eran la única tribu germana que comerciaba con e Imperio de forma activa. Los Hermunduros se concentraron en el centro y noroeste de Bohemia durante el período romano temprano. Los Hermunduros también participaron en las Guerras Marcomanas en las fronteras de la provincia de Raetia. En los últimos tres años de su vida, sabemos que Marco Aurelio luchó contra los Hermunduri, Marcomano, Cuados Sármatas. A pesar de que la tribu de los Hermunduri provenía del centro de Alemania, su bastión territorial más importante era el más importante probablemente en Bohemia. Después de las Guerras Marcomanas, desaparecen de las fuentes históricas. Según el historiador romano Jordanes (Get. 114), los Hermunduri residían al norte de los vándalos hasta principios del siglo IV. A Galicia debió de llegar un contingente que conserbaba el nombre de Hermuduri, pues en la provincia de Lugo existe la parroquia de San Pedro de Hermunde.

 

Entre el Imperio y el reino Cuado se desarrolló un próspero comercio. Los cuados exportaban ambar, productos agrícolas y metales e importaban artículos manufacturados. El poder y la riqueza de Vannio inquietaron a los Imperiales, que no tardaron en instigar su deposición por parte de sus hijos[5]. El Imperio, aun no satisfecho con el golpe de estado decidió fortificar la frontera con los Cuados. Los sármatas eran unos fieles aliados de los cuado-suevos.

Los romanos para apaciguar a los cuado-suevos no dudaron en utilizar sobornos, cuando estos no eran lo suficientemente generosos, los cuados saqueaban el territorio Imperial para que Roma experimentase que sus vecinos podían ser molestos y merecían ser sobornados. Guy Halsall[6], confirma esta táctica con los alamanes, confederación íntimamente relacionada con los suevos. Por su parte los suevos intervinieron en las guerras civiles Imperiales, está atestiguado que los reyes suevos llamados Sido e Itálico[7] tomaron parte en la guerra civil romana del lado del futuro emperador Vespasiano y lucharon en la Batalla de Cremona (Tac. Hist. II.21)

 

Las largas guerras entre el reino Cuado-Marcomano y el Imperio debieron surgir de la incapacidad del Imperio establecer una relación equitativa. Los acciones bélicas las iniciaron  unos  6.000 lombardos y obii cruzando el Danubio en la provincia de Alta Panonia




Extraído del Libro: Los suevos Libertadores de Hispania, autor: Fernando López de Prado López

[1] Eduard Droberjar (Universidad de Hradec Králové), The Emergence of the Suebi and Further Developments in Bohemia. Publicado en “In Tempore Sueborum”.

[2] Eduard Droberjar, opus cit. “The second Suebian Empire –with a dominant position of the Quadi was founded, effectively replacing Maroboduus’s empire”.

[3] Jaroslav Tejral (Universidad de Masaryk), Suebi north of the Middle Danube. Publicado en “In Tempore Sueborum”.

[4] W. Reinhart, Historia del Reino Hispánico de los Suevos, Madrid, 1952, pág. 18.

[5] Wilhelm Reinhart, opus cit., pág. 19.

[6] Guy Halsall (Universidad de York), Barbarian Migrations and the Birth of Medieval Europe From Unity to Diversity.

[7] Jaroslav Tejral (Universidad de Masaryk), opus cit.

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